Un panorama alarmante sobre embarazo infantil
En Guanajuato, la realidad golpea con fuerza: cada día, una niña menor de 14 años se convierte en madre. De acuerdo con datos oficiales, al cierre del 2024 se registraron 385 nacimientos de bebés cuyas madres tenían entre 10 y 14 años, una cifra que refleja no solo un grave problema de salud pública, sino también de violencia sexual, ya que en varios casos se ha documentado que los padres son hombres de hasta 62 años de edad.
Esta situación prende las alarmas sobre la urgencia de implementar políticas efectivas que prevengan el embarazo infantil y protejan los derechos de las niñas. Expertos en derechos humanos han reiterado que detrás de estas cifras no hay “decisiones voluntarias”, sino contextos de abuso, coerción y falta de acceso a información y servicios de salud reproductiva adecuados.
Un programa educativo en medio de la polémica
Ante esta crisis, el pasado 14 de julio, la gobernadora Libia Dennise García presentó el programa piloto “En Buen Plan”. Esta iniciativa, impulsada por la Secretaría de las Mujeres, busca sentar las bases para una política pública que ayude a reducir los embarazos en adolescentes mediante procesos educativos que aborden el tema de manera integral.
Sin embargo, el proyecto no tardó en generar reacciones adversas. Apenas tres días después, grupos provida y de extrema derecha comenzaron a recolectar firmas para exigir su cancelación, argumentando que la propuesta “promueve el aborto”. Estos colectivos incluso han advertido que podrían presentar denuncias penales contra funcionarios que participen en su implementación.
La tensión entre quienes defienden el derecho de las niñas a recibir educación sexual y los grupos opositores que buscan frenar estos programas ha vuelto a abrir el debate sobre los límites entre política pública y creencias religiosas. Mientras tanto, las cifras de embarazo infantil siguen aumentando, dejando claro que el problema no puede esperar.
