
PARÍS, 17 de marzo de 2025 (AP).— “Oye, Estados Unidos: Devuélvele a Francia la Estatua de la Libertad”, dijo un político francés que ahora acapara titulares en su país por sugerir que Estados Unidos ya no es digno del monumento que Francia le regaló hace casi 140 años.
Hace un año, en febrero de 2024, el entonces presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador propuso que la Estatua de la Libertad se traslade a México, durante un conflicto con la plataforma estadounidense YouTube.

Ahora, como integrante del Parlamento Europeo y copresidente de un pequeño partido de izquierda en Francia, Raphaël Glucksmann no puede hablar en nombre de todos los franceses.
Sin embargo, su afirmación en un discurso que pronunció este fin de semana, sobre que algunos estadounidenses “han elegido ponerse del lado de los tiranos”, refleja las repercusiones que tiene la política exterior e interior del presidente de EE.UU., Donald Trump, en Francia y otras partes de Europa.
“Devuelvan la Estatua de la Libertad”, expresó Glucksmann ayer domingo a los seguidores de su partido, Public Place, quienes aplaudieron y silbaron.
“Fue nuestro regalo para ustedes. Pero aparentemente la desprecian. Así que ella estará feliz aquí con nosotros”, afirmó Glucksmann.
El conflicto sobre la Estatua de la Libertad
Hoy lunes, la Casa Blanca desestimó los comentarios y afirmó que Francia debería estar “agradecida” por el apoyo de Estados Unidos durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
¿Francia puede pedir la devolución de la emblemática estatua
En sus sueños.
La Unesco, que tiene la estatua en su lista de tesoros del Patrimonio Mundial de la Humanidad, señala que el icónico monumento es propiedad del gobierno de Estados Unidos.
La historia de la Estatua de la Libertad
Originalmente se concibió como un gesto monumental de amistad franco-estadounidense para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos del 4 de julio de 1776.
Pero una guerra que estalló en 1870 entre Francia y los estados alemanes liderados por Prusia desvió las energías del diseñador del monumento, el escultor francés Frédéric-Auguste Bartholdi.
El obsequio también tardó en ser financiado. Al final, se decidió que los franceses pagarían por la estatua y los estadounidenses cubrirían los costos de su pedestal.
La Estatua de la Libertad fue transportada en 350 piezas desde Francia, y oficialmente inaugurada el 28 de octubre de 1886.
Las relaciones de Trump y Macron
¿Está el gobierno de Francia ofreciendo asilo a la Estatua de la Libertad?
No. Las relaciones franco-estadounidenses tendrían que caer por un precipicio antes de que Glucksmann encontrara apoyo del gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron.
Por ahora, el mandatario francés camina por una línea delgada: intenta trabajar con Trump y moderar algunos de sus cambios de política por un lado, pero también se opone firmemente a algunas decisiones de la Casa Blanca, notablemente en el tema de los aranceles.
Asimismo, Macron dejó que su primer ministro, François Bayrou, desempeñe el papel de ser una voz más crítica.
En ese sentido, Bayrou reprobó la “brutalidad” que se mostró al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, durante la visita que hizo a la Casa Blanca el 28 de febrero, e insinuó que el gobierno de Trump corría el peligro de entregar la victoria a Rusia cuando pausó la ayuda militar a Ucrania.
La polémica sobre la Estatua de la Libertad
El partido de Glucksmann es todavía más crítico, y publicó acusaciones en su sitio web de que Trump ejerce el poder de manera “autoritaria” y está “preparándose para entregar Ucrania en bandeja de plata” a Rusia.
En su discurso, Glucksmann aludió a las palabras de la poeta neoyorquina Emma Lazarus sobre la estatua, la “mujer poderosa con una antorcha” que prometió un hogar para las “masas que anhelan respirar libres”.
“Hoy, esta tierra está dejando de ser lo que era”, expresó Glucksmann.
¿Qué dice la Casa Blanca
Cuestionada hoy lunes sobre los comentarios de Glucksmann, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, contestó que Estados Unidos “definitivamente no” se separaría de la icónica estatua.
“Mi consejo para ese político francés de bajo nivel sin nombre sería recordarle que es solo gracias a Estados Unidos de América que los franceses no están hablando alemán en este momento”, replicó.
Así, aparentemente, la funcionaria se refirió a la lucha de EE.UU. con las potencias aliadas para liberar a Francia de la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial y junto a Francia durante la Primera Guerra Mundial.
“Deberían estar muy agradecidos”, afirmó.

Pero la deuda de gratitud es recíproca. Leavitt pasó por alto el papel clave de Francia en apoyar a los futuros Estados Unidos durante su guerra por independizarse del Reino Unido.
Contrarréplica sobre la Estatua de la Libertad
Hoy mismo, Glucksmann le respondió a la vocera de la Casa Blanca lo siguiente:
“Queridos estadounidenses:
“Como la secretaria de prensa de la Casa Blanca me está atacando hoy, quería decirles esto:
“1. Nuestros dos pueblos están íntimamente unidos por la Historia, la sangre que derramamos y la pasión por la libertad que compartimos, una pasión simbolizada por esta Estatua que fue ofrecida a los Estados Unidos por Francia para honrar su gloriosa Revolución.
“2. Como dijo el secretario de prensa de esta vergonzosa Administración: sin su nación, Francia habría “hablado alemán”. En mi caso, va más allá: simplemente no estaría aquí si cientos de miles de jóvenes estadounidenses no hubieran desembarcado en nuestras playas de Normandía.
“3. Nuestra gratitud a estos héroes y sus sacrificios es por tanto eterna.
“4. Pero la América de estos héroes luchó contra los tiranos, no los aduló. Era enemiga del fascismo, no amiga de Putin. Apoyó a la resistencia y no atacó a Zelenski.
“5. Celebraba la ciencia y no despedía a los investigadores por usar palabras prohibidas. Acogía a los perseguidos y no los atacaba. Estaba muy, muy lejos de lo que su actual Presidente hace, dice y encarna.
“6. Esta América, fiel a las maravillosas palabras inscritas en la Estatua de la Libertad, su América, vale mucho más que la traición a Ucrania y a Europa, la xenofobia o el oscurantismo.
“7. Todos en Europa amamos a esta nación, a la que sabemos que tanto le debemos. Resurgirá. Ustedes resurgirán. Contamos con ustedes.
“8. Y es precisamente porque estoy petrificado por la traición de Trump que dije ayer en un mitin que podríamos recuperar simbólicamente la Estatua de la Libertad si su gobierno despreciara todo lo que simboliza ante sus ojos, los nuestros y los del mundo.
“9. Por supuesto, nadie vendrá a robar la Estatua de la Libertad. La estatua es tuya. Pero lo que representa es de todos. Y si el mundo libre ya no interesa a su gobierno, entonces tomaremos la antorcha, aquí en Europa.
“10. Hasta que nos volvamos a encontrar en la lucha por la libertad y la dignidad, seremos los continuadores de nuestra historia compartida y los protectores de nuestro tesoro: más que una estatua de cobre y acero, la libertad que simboliza”.
“Deberías haber añadido que si sin su intervención habláramos alemán, sin la nuestra no elegirían presidente”, comentó el usuario @PieLimpide en el texto que Glucksmann publicó en la red social X, donde la polémica va en aumento.