Hablar de Peter Gabriel es referirse a una de las grandes mentes en la historia de la música. Es tener en mente el legado de un sujeto que ha priorizado la libertad creativa y la exploración musical por encima de las tendencias y el ‘mantenerse vigente’, aunque realmente lo está. Es de esos pocos que han logrado brillar tanto con una banda como siendo solista.
Desde la teatralidad y lo conceptual de su obra con Genesis hasta el impulso del concepto conocido como world music, entre otras cosas, el británico nacido el 13 de febrero de 1950 es en sí mismo un revolucionario total en muchos sentidos… Y aquí, queremos repasar la importancia de su legado con algunos puntos importantes.
El fracaso del álbum debut de Genesis: La libertad creativa sobre las tendencias
En este punto de la vida, el disco debut de Genesis ha sido revalorado. Los fans de la banda –y uno que otro curioso que le entra al material– podrán encontrar canciones geniales encabezadas por el sencillo “The Silent Sun” y otros temas infravalorados como “In The Beginning”.
Pero en su momento, el álbum From Genesis to Revelation (1969) fue un fracaso rotundo para una banda que, cuando menos, lucía prometedora. Y no los mentimos: el disco apenas vendió 650 copias en su lanzamiento inicial.
La banda se había apegado (un poco a regañadientes) a la tendencia del pop psicodélico, el folk, la influencia de los primeros Bee Gees, esto bajo el ala de Jonathan King, un músico convertido en ejecutivo discográfico de Decca Records que había asistido a la misma escuela que Peter Gabriel y los demás miembros de la banda.
King buscó ponerle otro nombre a la banda, concretamente Gabriel’s Angels, bajo la idea de que el atractivo del proyecto era la voz del líder y de que, además, en Estados Unidos había otra llamada Genesis. Como sea, Peter Gabriel y compañía no estaban realmente muy entusiasmados con la idea de rebautizarse.
De todas formas, el disco se publicó y no recibió la atención que se esperaba. Pero más allá de eso, el grupo no estaba de acuerdo con la visión pop que Jonathan King quería implementar, así que tras el álbum, decidieron no seguir trabajando con el ejecutivo de Decca e incluso los miembros de la banda prefirieron retomar sus estudios.
Al poco tiempo cambiaron de parecer, retomaron el proyecto y Genesis se encaminó hacia las texturas del rock progresivo que siempre quisieron. Vino el disco Trespass de 1970 que tampoco fue un éxito rotundo, pero en el que ya pudieron tener la libertad creativa que antes no.
Vino Nursery Crime de 1971 (ya con Phil Collins integrado) y a partir de ahí, el éxito de la banda se disparó rumbo a sus lanzamientos posteriores. Luego de un primer disco infructuoso, el mundo vio en Peter Gabriel y Genesis un ejemplo cómo vale la pena priorizar la libertad creativa sobre las tendencias pop.
La teatralidad llevada a su máxima expresión
Podríamos decir sin el menor problema que la década de los 70 fue la época en que explotó el atractivo teatral de la música. El glam rock y el rock progresivo lo dejaban de manifiesto con artistas como David Bowie o Alice Cooper, solo por mencionar algunos.
La lista es larga y en ella también deberíamos agregar a Peter Gabriel. Sí, es verdad que a los demás miembros de la banda quizá no les gustaba tanto este nivel de expresividad que, por momentos, podría quitarle atención a la música. Pero es innegable que aquellos loquísimos disfraces llevaban los shows a un nivel diferente.
La teatralidad de Peter Gabriel con Genesis se basaba en dos cosas: los ya mencionados disfraces y el contar historias durante los shows, esto en los silencios entre rola y rola. “Me encargué, mientras ellos afinaban sus guitarras de 36 cuerdas, de llenar esos silencios. Para entretener a la audiencia, comencé a contar historias…”, dijo el vocalista en una entrevista con Uncut.
Esas historias hacían referencia a los personajes de las canciones. Y para darle un grado teatral más amplio, Peter sacaba cualquier disfraz con identidades conocidas The Slipperman, Fox, The Flower, Britannia, Old Man y The Watcher of the Skies, entre otros.
La importancia de Peter Gabriel en el impulso de la llamada ‘world music’
Cuando Peter Gabriel salió de Genesis a mediados de los 70, uno de sus motivos fue su siempre impulsiva –de buena manera– experimentación musical. Salir de una banda de prog rock para buscar nuevos horizontes musicales… eso sí que habla de una mente inquieta, ¿no lo creen?
Quería crear a través de ‘sonidos extranjeros’. Y al poco tiempo, la industria musical supo a qué se refería con ello. Para inicios de los 80, con su tercer disco en solitario, la crítica musical empezaba a ver la cercanía del británico diversas influencias musicales que no sonaban en el panorama mainstream de la industria pop occidental.
Justamente, el tercer disco de Peter Gabriel salió en 1980, año en que él fundó el festival WOMAD, abreviatura de World of Music, Arts and Dance (Mundo de Música, Artes y Danza). Como lo dice el nombre, la idea era impulsar la obra de artistas de diferentes partes del mundo y de alguna manera, descentralizar el dominio de Estados Unidos y Reino Unido como los países potencia de la industria.
Canciones como “Biko” de aquel disco del 80, o incluso “In Your Eyes” del disco So (1986) que contó con la colaboración del músico senegalés Youssou N’Dour, dieron muestra de la gran iniciativa que Peter tenía para impulsar talentos de todo el planeta.
La importancia de Peter Gabriel dentro de lo que comúnmente se conoce como world music, se reafirmó en 1989 cuando fundó la discográfica Real World Records, que a la fecha mantiene un catálogo de artistas de diferentes rincones del mundo.
Peter Gabriel… ¿pionero en plataformas de streaming?
Mucho antes de que Spotify y Apple Music dominaran el mercado del streaming musical (y el tiempo en que Ares te permitía piratear rolas), Peter Gabriel sorprendía al mundo con el lanzamiento de WE7, también conocida eventualmente como Blinkbox Music.
El servicio inició como un sitio web de descarga musical en el 2007 para luego cambiar su enfoque en el 2008 al streaming/transmisión, justo en un momento en el que pocos artistas realmente apostaban por la distribución musical digital. No es para menos pues hay que recordar el embrollo de Metallica con Napster y de más…
Sin embargo, la segunda mitad de la década del 2000 vio un cambio en esa industria. Primero con Radiohead y el lanzamiento digital de In Rainbows bajo el formato de libre pago, esto para que los fans descargaran el material y pagaran lo que quisieran.
Y bueno, como ya dijimos, al año siguiente Peter Gabriel liberó WE7/Blinkbox Music como plataforma de streaming. Quizá lo más destacado de este asunto es cómo el artista británico apostó a un mercado donde no había grandes certezas aún… pero confió en la distribución digital legal de la música.
Dato curioso: el cineasta Michael Moore fue uno de los primeros en comprar espacios de publicidad dentro de la plataforma de streaming de Gabriel, esto para su película Sicko.
El tiempo pasó y, primero, WE7 fue adquirida por la compañía Tesco en 2012, para en 2013 pasar a llamarse Blinkbox Music. Y después, la plataforma de streaming australiana Guvera la adquirió por ahí del 2015… hasta que en 2017 la empresa cerró operaciones.
Si bien el destino de la plataforma de streaming no fue el mejor (ya en otras manos, claro), hay que decir que el hecho de que Peter Gabriel apostara por establecer un servicio de este tipo, fue un llamado a las grandes audiencias y amantes de la música para incentivar la distribución musical digital que ahora domina la industria… Ya si las compañías no pagan justo a los artistas, ese es otro cantar del que hay que hablar aparte con más detenimiento.
Peter Gabriel y el cine
¿Cómo saber cuando una mente creativa brilla más allá de su campo conocido? Bueno, no es tan recurrente ver a un actor que pueda hacer una carrera musical destacada… y tampoco sucede al revés (con sus pequeñas excepciones, claro).
Pero si de algo no hay la menor duda, es que Peter Gabriel y su vínculo con el cine es destacado. Y no nos referimos solo a su incursión en las bandas sonoras, como lo hizo en 1988 con The Last Temptation of Christ de Martin Scorsese.
Peter Gabriel dijo alguna vez que el concepto del disco The Lamb Lies Down on Broadway, considerado por muchos el más destacado de Genesis, estaba inspirado en la película de El Topo de Alejandro Jodorowsky.
Y en medio del proceso de composición de ese disco, es bien conocida la anécdota sobre como William Friedkin, director de El exorcista y The French Connection, buscó a Peter Gabriel para desarrollar un guión luego de que leyera una historia que el músico escribió anexa al disco Genesis Live.
Friedkin vio potencial en Peter Gabriel para desarrollar una historia de ciencia ficción… y cómo hemos dicho a lo largo de este texto, no es de extrañarse por la gran calidad teatral e inventiva del líder de la banda, sobre todo a la hora de desarrollar discos conceptuales.
Aunque ese guión no se terminó por desarrollar, algo quedaba claro: la importancia de Peter Gabriel como una fuerza creativa podía traspasar e iluminar más allá de la música.
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