
La historia del #PapaFrancisco
La elección del Papa Francisco fue una de las más rápidas de los últimos tiempos. Tras la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI en 2013, los cardenales se reunieron en cónclave el 12 de marzo y, al día siguiente, el 13 de marzo, ya se anunciaba al argentino Jorge Mario Bergoglio como el nuevo líder de la Iglesia Católica. Con solo dos días de deliberaciones, se convirtió en el primer Papa latinoamericano y jesuita en la historia.
Esta rapidez contrastó con la incertidumbre que dejó la salida del Papa alemán, ya que no hubo fallecimiento como era costumbre, sino una renuncia inédita en más de 600 años. Sin embargo, la unidad entre los cardenales permitió una elección veloz y sin grandes conflictos. La figura de Bergoglio, austera y cercana, convenció casi de inmediato a los votantes.
La elección más larga de la historia

Pero no siempre fue así de sencillo. La elección más tardada de un Papa sucedió entre los años 1268 y 1271. Se trató del cónclave que eligió finalmente a Gregorio X, y duró casi tres años. La división política entre los cardenales, presiones externas y la falta de consenso provocaron ese larguísimo proceso.
La situación se volvió tan tensa, que los ciudadanos de Viterbo, donde se realizaba la votación, encerraron a los cardenales, les quitaron el techo y redujeron su comida para forzar una decisión. De ahí nació la costumbre del “cónclave”, en el que los cardenales son aislados para asegurar una elección más rápida.
Esa experiencia marcó la historia de la Iglesia y dio origen a muchas reglas que hoy se siguen al pie de la letra durante las elecciones papales. Por ejemplo, ahora no pueden salir ni tener contacto con el mundo exterior hasta que haya un Papa.