

El brutal triple feminicidio de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez en Argentina ha destapado una oscura trama donde se cruzan el narcotráfico, la explotación sexual y un sorprendente factor económico: la desesperación por las pérdidas en el mercado de las criptomonedas. Este atroz crimen ha exacerbado las movilizaciones feministas que exigen justicia y ha puesto bajo la lupa la vulnerabilidad de jóvenes en un contexto de promesas digitales fallidas y crimen organizado. La revelación de que uno de los cómplices perdió una considerable suma invertida en una criptomoneda promocionada por figuras políticas le añade una capa explosiva de controversia al caso.
La Caza del Presunto Cabecilla y el Factor ‘Crypto’ 🕵️

La detención de Matías Agustín Ozorio en Perú, y posteriormente la de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias ‘Pequeño J’, presunto autor intelectual y material, fueron cruciales. Sin embargo, el caso tomó un giro inesperado con el testimonio de un familiar de Ozorio. Este reveló que el cómplice había perdido mucho dinero con la estafa de la criptomoneda Libra, un activo digital promovido por el presidente Javier Milei, a quien Ozorio admiraba como «libertario 100%». El joven, desesperado, invirtió la indemnización que cobró tras dejar su trabajo, solo para verlo desaparecer. Esta quiebra económica, ligada al mundo de las criptomonedas, podría haberlo empujado a involucrarse en las actividades de la banda criminal para saldar sus deudas, ofreciendo un contexto de gran controversia política y social.
El Horrendo Modus Operandi y la Banda Narco ‘Los Pulpos’ 🐙
