
San Luis Potosí se prepara para recibir uno de los eventos más esperados de la temporada invernal: la visita del Tren de la Navidad de Canadian Pacific Kansas City (CPKC), también conocido popularmente como el Expreso Polar. Esta tradición ferroviaria, que fusiona historia y festividad, llegará al corazón potosino cargada de luces, música y todo el ambiente mágico de la época. El tren de la Navidad es un espectáculo visual que atrae a miles de familias año con año, marcando de manera inolvidable el inicio de las celebraciones decembrinas.
El convoy, reconocido como el ferrocarril de la Navidad más antiguo en operación, es mucho más que un simple medio de transporte decorado con motivos festivos. Se transforma en un escenario móvil gigante, cubierto con miles de luces LED que parpadean al ritmo de la música festiva y los villancicos. Su llegada a SLP no solo promete un despliegue de iluminación espectacular, sino también una experiencia comunitaria que busca compartir la alegría y el espíritu de la Navidad en un formato único.
Anunciada la Fecha Definitiva para la Llegada


La pregunta que todos los potosinos se hacían, «¿Cuándo podremos ver al imponente Tren de la Navidad?», ya tiene respuesta oficial y un horario programado. Las autoridades de CPKC han confirmado que el evento llegará a San Luis Potosí el próximo 29 de noviembre de 2025. Es fundamental que los interesados marquen esta fecha en sus calendarios para no perderse la oportunidad de presenciar el evento.
El espectáculo de luces y sonido del tren navideño está programado para iniciar en punto de las 7:00 de la noche. Es altamente recomendable que los asistentes lleguen con anticipación al punto de exhibición. La puntualidad es importante, ya que el tren de la Navidad debe continuar su ruta hacia otros estados mexicanos, llevando su alegría festiva a lo largo de los principales corredores ferroviarios del país.
Un Tren de la Navidad con Espíritu Solidario

Más allá del deslumbramiento visual que produce, la visita del Expreso Polar tiene un propósito profundamente solidario que va más allá de la celebración superficial de la Navidad. El evento forma parte de una iniciativa internacional para ayudar a las comunidades que visita a lo largo de su recorrido por Canadá, Estados Unidos y México. Esta noble causa es central para la filosofía del ferrocarril navideño.
Durante cada parada, se invita activamente al público a realizar donativos de alimentos no perecederos para ser entregados directamente a los bancos de comida locales. De esta manera, el Tren de la Navidad se convierte en un agente de cambio, ayudando a luchar contra la inseguridad alimentaria y fortaleciendo el tejido social de cada ciudad que toca. El espectáculo es la recompensa a la generosidad de la gente.









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