14 de Diciembre del 2025.- Federico Gómez ha vivido doce meses que parecen una montaña rusa interminable, combinando el mejor momento deportivo de su vida con una crisis personal muy profunda que lo puso a prueba. El año 2025 comenzó con grandes expectativas al alcanzar el puesto 133 del mundo, pero la presión y los problemas internos lo hicieron retroceder hasta el casillero 250 del ranking internacional, sembrando dudas sobre su futuro inmediato. Sin embargo, el tenista logró revertir la mala racha justo cuando el calendario llegaba a su fin, demostrando una resiliencia admirable frente a la adversidad que le tocó enfrentar tanto dentro como fuera de las canchas de polvo de ladrillo y cemento.
La culminación de esta temporada tan difícil llegó con una alegría que no estaba en los planes originales de Federico Gómez, quien se coronó campeón en el Challenger de Temuco, en Chile. Lo curioso es que el jugador ni siquiera quería viajar al país trasandino porque estaba exhausto y el torneo coincidía con la semana de su cumpleaños, pero su equipo de trabajo insistió para que hiciera un último esfuerzo antes de las vacaciones. Esa decisión fue clave, ya que al llegar y entrenar se sintió bien, lo que derivó en una semana soñada donde venció a Lautaro Midón en la final, alzando su primer trofeo de singles de todo el año.
La presión del ranking y la confesión de Federico Gómez
El camino no fue sencillo para Federico Gómez, ya que tuvo que lidiar con la pesada mochila de defender los puntos obtenidos por los tres títulos ganados en la segunda mitad de 2024. Esta situación le generó una presión extra que se tradujo en resultados negativos, incluyendo una racha de nueve eliminaciones consecutivas en primera ronda de torneos ATP que golpearon su confianza y su estabilidad. A pesar de estos traspiés, el objetivo de terminar dentro de los 200 mejores del mundo se cumplió, lo que le permite encarar el futuro con otra perspectiva y tener más tiempo de descanso al no entrar directo al cuadro principal del Abierto de Australia.
Más allá de lo deportivo, el momento más trascendental del año fue cuando Federico Gómez decidió abrir su corazón y exponer sus batallas internas mediante una carta pública en sus redes sociales. En pleno auge de su carrera profesional, admitió estar atravesando una fuerte depresión, describiendo su situación como el mejor año en lo laboral pero el peor a nivel personal y emocional. Aunque le aconsejaron no publicar el texto por miedo a perder patrocinadores o quedar expuesto, él sintió que callarse le estaba haciendo mucho daño y optó por liberar esa carga, lo que finalmente le trajo un gran alivio en su vida diaria.
Actualmente, Federico Gómez se encuentra en Buenos Aires disputando las Finales del Interclubes de la Asociación Argentina de Tenis, un torneo que disfruta muchísimo por el ambiente único. Representando al Buenos Aires Lawn Tennis Club, ha formado una dupla temible junto a Andrés Molteni, logrando victorias importantes como la conseguida ante Temperley para avanzar a las semifinales del certamen. El tenista valora este evento porque reúne a los mejores jugadores del país en un clima de camaradería y competencia real que sirve como un excelente cierre de temporada ante el público local que pocas veces puede verlo en vivo.
Los objetivos de Federico Gómez para el 2026
Mirando hacia el futuro inmediato, la meta principal de Federico Gómez para la temporada 2026 sigue siendo ingresar por primera vez al selecto grupo de los 100 mejores tenistas del planeta. Aunque reconoce que quizás fue un objetivo apresurado para este año, entiende que el camino es largo y requiere de una consistencia semanal que le faltó en los últimos meses debido a sus altibajos anímicos y mentales. Con los puntos sumados en torneos grandes como el US Open y el reciente título en Chile, el jugador de Ituzaingó se siente motivado para encarar la pretemporada con energías renovadas y mayor madurez.
