
10 DE NOVIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. Alrededor de tres mil habitantes del municipio de Oxchuc, Chiapas —el único que se rige por usos y costumbres en el estado—, tomaron una decisión histórica y drástica: no permitirán el regreso a la actividad política de una decena de exalcaldes y políticos. Los líderes comunitarios y exfuncionarios han sido señalados directamente por los pobladores de ser los responsables de desestabilizar la comunidad y provocar una ola de violencia que, a lo largo de una década, ha dejado un saldo lamentable de muertos, heridos, casas incendiadas, personas desplazadas y bloqueos carreteros.
El acuerdo trascendental fue tomado a mano alzada la tarde del sábado, durante una ríspida asamblea de cinco horas. Esta reunión se llevó a cabo en la plaza central y contó con la participación de los habitantes de los 26 barrios que componen la cabecera municipal. La asamblea, aunque tensa debido a la existencia de pobladores que favorecían el regreso de ciertos actores, finalmente se inclinó a favor de la paz y la tranquilidad comunitaria.
La lista negra de políticos vetados incluye a figuras prominentes en la historia reciente de violencia en Oxchuc, como los ex presidentes municipales Norberto Sántiz López y su esposa María Gloria Sánchez Gómez, Juan Encinos, Oscar Gómez López, Valdemar Morales, Cecilia López Sánchez, Rogelio Sántiz López, Luis Sántiz Gómez y Hugo Gómez Sántiz. Todos ellos tienen vivienda en el municipio, aunque actualmente residen en ciudades cercanas como San Cristóbal, Ocosingo o Teopisca.
La Violencia Como Motivo Principal del Veto Comunitario
La decisión de la asamblea fue impulsada por la reciente tentativa de algunos de estos políticos de negociar su regreso al activismo. Habitantes consultados explicaron que el exalcalde Valdemar Morales intentó pactar con el Barrio Nuevo, donde tiene su casa, para que le permitieran regresar a cambio de un pago de más de 100 mil pesos. Aunque un delegado del barrio inicialmente aceptó, la comunidad decidió que la estabilidad de Oxchuc es un tema que involucra a los 26 barrios y no solo a uno.

La situación escaló cuando Rogelio Sántiz López, hermano del exalcalde Norberto Sántiz, quiso replicar la estrategia en su barrio, Mukulakil. Sin embargo, los habitantes de este barrio, el más grande, se negaron a aceptarlo, recordando que Rogelio fue parte de la violencia que estalló en 2015, en un incidente que incluyó un disparo a un niño de secundaria. Este rechazo local fue el catalizador para que el punto se llevara a una asamblea general y se tomara una decisión definitiva que aplicaría a todos los políticos señalados.
El sentir generalizado de la población, que se reflejó en un 80 por ciento de votos en contra, es que el regreso de estos políticos solo generaría una nueva ola de desestabilización. Los pobladores creen firmemente que el objetivo de estas personas no es simplemente habitar sus casas, sino «juntar familias en sus casas para hacer política», reviviendo así los conflictos que les costaron años de paz.
El municipio de Oxchuc, que fue gobernado por concejos municipales durante los dos trienios anteriores debido a la imposibilidad de realizar elecciones pacíficas, vive un periodo de tranquilidad desde febrero pasado. Tras los comicios por usos y costumbres que eligieron a César Gómez López y la mediación de acuerdos de no agresión y seguridad pública, la comunidad ha recuperado la convivencia. Los habitantes afirman que «ahora nos hablamos los que nos enemistamos en su momento y convivimos en tranquilidad», y la decisión de vetar el regreso de los políticos es vista como una medida necesaria para preservar esta frágil paz.
La Importancia del Sistema de Usos y Costumbres en Oxchuc








