QUINTANA ROO – 23-OCT-2025 – INTERNACIONAL. El presidente de Perú, José Jerí, ha decretado el estado de emergencia en la capital del país, Lima, y en la ciudad vecina de Callao, por un periodo de 30 días a partir de la medianoche de este martes. La decisión, comunicada en una declaración televisada y respaldada por su gabinete, busca ser una respuesta contundente a la profunda crisis de violencia e inseguridad y extorsión que agobia a la nación. Jerí, quien asumió la presidencia tras la destitución de Dina Boluarte, ha adoptado una postura de «mano dura» contra el crimen, afirmando que es el momento de pasar «de la defensiva a la ofensiva».
El decreto de emergencia fue aprobado por el Consejo de Ministros, cumpliendo con la exigencia constitucional, y le otorga al gobierno facultades extraordinarias. Entre estas facultades se incluye la capacidad de restringir o suspender temporalmente ciertos derechos ciudadanos, como la libertad de reunión y la libertad de tránsito. Aunque el presidente Jerí no ofreció detalles exhaustivos sobre las medidas específicas a tomar, su declaración fue clara: “Hoy empezamos a cambiar la historia en la lucha contra la inseguridad en el Perú” y “Las guerras se ganan con acciones, no con palabras”.

Medidas de Mano Dura en la Emergencia
Una versión del decreto que ha circulado en los medios locales revela algunas de las drásticas medidas que el gobierno planea implementar durante el estado de emergencia. Estas acciones se concentran en reducir la capacidad de las organizaciones criminales de operar desde diversos frentes. En los centros penitenciarios, se impondrán restricciones a las visitas y, de manera notable, se realizará un «apagón eléctrico en las celdas» para limitar la comunicación. Además, se procederá a la destrucción de antenas de comunicación ilícitas dentro y fuera de los recintos carcelarios.
Adicionalmente, el decreto contempla una fuerte presencia militar y policial en las calles con «operativos de fiscalización y control» en áreas conocidas por la venta ilegal de drogas, armas y autopartes. Un punto específico, según el diario oficial El Peruano, es la prohibición de que dos adultos transiten en motocicletas lineales, una táctica comúnmente utilizada para cometer actos de extorsión y sicariato. También se pondrá especial énfasis en las intervenciones en mercados informales vinculados a la trata de personas, el tráfico de chips telefónicos y la comercialización ilegal de celulares utilizados en casos de secuestro.
Crisis de Legitimidad y Protestas en Marcha
El anuncio del estado de emergencia se produce en un clima de alta tensión social y política. La llegada de Jerí a la presidencia se dio en medio de intensas protestas que no han cesado a pesar del cambio de gobierno. Desde su toma de posesión, se han registrado enfrentamientos entre manifestantes y la policía que han dejado al menos 100 personas heridas, e incluso la muerte de un hombre de 32 años por un disparo policial el pasado 15 de octubre.

Varios colectivos sociales han manifestado su intención de mantenerse en las calles y continuar las protestas hasta lograr la salida de José Jerí. La legitimidad popular del nuevo presidente es limitada, en parte porque no fue elegido en las urnas y era un actor poco conocido en la política nacional. A esto se suma que fue elegido por un Congreso que arrastra un alto nivel de desprestigio ante la ciudadanía, lo que dificulta la aceptación de medidas drásticas como el estado de emergencia en la capital y el Callao.








