
Desde su regreso triunfal, Los Bunkers no han cesado en su actividad artística, impulsados por su proyecto MTV Unplugged que les abrió espacio para una gira acústica por Latinoamérica y México. Esta nueva etapa les ha permitido reconectarse con su esencia musical mientras exploran nuevas fórmulas artísticas. En su paso por México, han fortalecido un vínculo cercano con su público en ciudades clave. No solo interpretan canciones antiguas, sino que también se reinventan a través de proyectos colaborativos con otros artistas.
Para ellos, las colaboraciones no son solo encuentros musicales, sino fuentes de aprendizaje constante. Mauricio Durán comparte que trabajar con Inti‑Illimani fue un honor y un reto artístico, pues les permitió absorber perspectivas distintas y crecer en técnica interpretativa. Resalta que la invitación de los veteranos fue espontánea y simbiótica: “grabamos dos canciones sorpresa sin anticiparlas”. Destaca la admiración mutua entre las partes, lo que enriqueció el proceso creativo.
En México también han colaborado con figuras como Meme del Real, quien participó en su MTV Unplugged y reapareció en sus conciertos en el Teatro Metropólitan. Para Los Bunkers, esas alianzas requieren algo más que talento: deben sentir afinidad musical y emoción compartida. Álvaro López explica que trabajan solo con quienes les mueven las fibras creativas, y que la presencia de Meme aportó claridad artística y frescura al proyecto. En cuanto a Mon Laferte, confiesan que siempre quisieron coincidir con ella, y el Unplugged les dio la excusa ideal.
Sobre su gira en Santiago de 25 fechas en el mismo teatro, Francisco Durán reflexiona que instalar esa rutina fue un desafío: repetir un concepto con pequeñas variaciones exige disciplina y concentración. Aun así, la banda enfatiza que esas giras intensivas les ayudan a pulir detalles, mejorar su rendimiento en crudo y conectarse emocionalmente con el público en cada presentación.
En cuanto a la dinámica interna del grupo, reconocen que la relación firme entre miembros —dos parejas de hermanos y amistades desde hace décadas— ha sido clave para mantenerse unidos. Aun cuando los artistas suelen fragmentarse con el tiempo, Los Bunkers aseguran que su vínculo ha resistido las pausas. Como lo expresan: todos se conocen tan profundamente que parecen una sola familia creativa.