
La moneda mexicana experimentó una jornada de fuerte volatilidad y depreciación, perdiendo más de 10 centavos frente al dólar estadounidense, inmediatamente después de las amenazas del presidente Donald Trump de imponer «aranceles masivos» a productos provenientes de China. Esta reacción subraya la extrema sensibilidad del peso mexicano a las tensiones comerciales entre las dos potencias económicas más grandes del mundo.
Un Efecto Colateral Directo de la Tensión Comercial 📉
La caída del peso se debe a que los mercados financieros globales perciben la escalada de la guerra comercial como un riesgo para la estabilidad económica mundial, y por extensión, para las economías emergentes con fuerte vinculación comercial a Estados Unidos, como México. Las amenazas de Trump de contrarrestar la supuesta «hostilidad comercial» de China con una subida arancelaria masiva genera una aversión global al riesgo.
Cuando los inversores se asustan por la posibilidad de una guerra comercial a gran escala, suelen retirar su capital de activos considerados más riesgosos, como las monedas emergentes, y lo mueven hacia activos refugio, como el dólar estadounidense. Esto provoca una demanda artificialmente alta del dólar y, consecuentemente, una fuerte depreciación en monedas como el peso mexicano.
México como «Chivo Expiatorio» de la Disputa Global 🌍
Aunque la disputa es directamente entre Washington y Beijing, México se ve afectado de manera desproporcionada. El país actúa como un termómetro de la relación comercial entre EE. UU. y el resto del mundo debido a su profunda integración económica con el mercado estadounidense, facilitada por el T-MEC. Cualquier señal de interrupción en las cadenas de suministro o en el comercio global se traduce inmediatamente en incertidumbre para las exportaciones e inversiones mexicanas.
La amenaza de Trump de imponer aranceles masivos a China podría obligar a las empresas a reconfigurar sus cadenas de valor, un proceso que, aunque a largo plazo podría beneficiar a México (por el nearshoring), en el corto plazo se traduce en ruido político y financiero. Es notable que el peso haya reaccionado con tanta rapidez a un anuncio que ni siquiera involucra directamente a la economía mexicana, demostrando cuán expuesto está el país al temperamento de la política comercial de EE. UU.