9 DE JULIO-En un gesto cargado de simbolismo y diplomacia, el papa León XIV recibió este miércoles al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en su residencia de verano en Castel Gandolfo, muy cerca de Roma. Durante la reunión, el pontífice reafirmó la disponibilidad del Vaticano para acoger una eventual mesa de negociación entre Ucrania y Rusia, con el objetivo de buscar una solución justa y duradera al conflicto que azota a Europa desde febrero de 2022.
La Santa Sede emitió un breve pero contundente comunicado donde se subrayó el compromiso del Papa con la búsqueda de la paz y el uso del diálogo como principal herramienta para detener las hostilidades. «El Santo Padre ha reafirmado la disponibilidad de acoger en el Vaticano a representantes de Rusia y Ucrania para las negociaciones», se lee en la nota oficial, que también destacó el carácter cordial del encuentro y la preocupación del pontífice por las víctimas de la guerra.
Este encuentro marca la segunda reunión oficial entre Zelensky y León XIV, luego de una breve audiencia en mayo durante el inicio del pontificado del actual Papa. A diferencia de la formalidad del Vaticano, esta vez la cita se desarrolló en la Villa Barberini, retomando una antigua costumbre de descanso papal interrumpida durante más de una década por Francisco.
Resulta clave destacar que esta reafirmación del Papa llega justo después de que Rusia lanzara el mayor ataque en un solo día contra Ucrania desde el inicio de la invasión: 741 vehículos aéreos entre drones y misiles, según denunció el propio Zelensky. Esta escalada pone aún más en relieve la urgencia de reanudar negociaciones serias que puedan detener el sufrimiento civil.
La agenda del mandatario ucraniano en Roma continuará con la inauguración, junto a la primera ministra italiana Giorgia Meloni, de la IV Conferencia Internacional sobre la Reconstrucción de Ucrania. Además, será recibido por el presidente italiano Sergio Mattarella, lo que demuestra que la visita tiene tanto un carácter humanitario como estratégico.
Desde Moscú, la Defensora del Pueblo, Tatiana Moskalkova, también ha solicitado la intervención del Papa. Pidió su ayuda para facilitar el regreso de 30 ciudadanos rusos atrapados en la región ucraniana de Sumi, una zona recientemente recuperada por Kiev tras una incursión fallida del año pasado. Esta petición revela cómo, incluso en medio del conflicto, ambas partes reconocen al Vaticano como un actor confiable y moralmente autorizado.
La participación activa del Papa en este conflicto, que incluye ya una conversación previa con el presidente ruso Vladimir Putin, muestra una nueva etapa del Vaticano en la diplomacia internacional. Aunque sus gestos son simbólicos, podrían abrir la puerta a un espacio neutral donde ambas partes se escuchen. Un papel nada menor en tiempos en que cada misil aleja más la esperanza de paz.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.
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