4 DE SEPTIEMBRE DEL 2024- INTERNACIONAL. Un trágico accidente de funicular sacudió la capital de Portugal este miércoles. Un vagón del famoso funicular de la Gloria, en Lisboa, se desvió de su recorrido y se estrelló contra un edificio, dejando un saldo de 16 muertos y 20 heridos, algunos de ellos de gravedad. Testigos presenciales describieron cómo el vagón perdió el control, descendió a toda velocidad y se desintegró al impactar contra la estructura. El sonido, comparado con el de una bomba, fue seguido por un «silencio absoluto y aterrador» que dio paso a un escenario de caos, con gente corriendo, llorando y pidiendo ayuda.
La policía de Lisboa ya ha iniciado una investigación para determinar la causa de este accidente de funicular que ha conmocionado a la ciudad. Las primeras informaciones de los testigos apuntan a un fallo en el sistema de frenado del vagón superior, mientras el vagón inferior retrocedió bruscamente antes de que el otro se precipitara por la colina. El funicular de 140 años de antigüedad, que funciona con un sistema de cables y motores eléctricos, ha sido un ícono turístico de la ciudad, pero esta tragedia ha puesto en entredicho la seguridad de su funcionamiento.

Testimonios de una tragedia
Los relatos de los testigos son desgarradores y ofrecen una visión clara del horror vivido en la calle. Helen Chow, una turista canadiense que se encontraba en el lugar, describió cómo escuchó un fuerte chirrido justo antes del choque y vio a la gente saltar por las ventanas del vagón inferior. Justo en ese momento, presenció cómo el otro vagón se estrellaba con una fuerza brutal. Su relato se suma al de Abel Esteves, un residente de Lisboa que estaba en el vagón inferior y pensó que iba a morir cuando vio al otro funicular descender a gran velocidad hacia ellos.
Los equipos de emergencia, así como la comunidad local, actuaron rápidamente para socorrer a las víctimas. La guía turística Marianna Figueiredo, que acudió al lugar para ayudar, describió el horror de la escena: «Cuando levantaron el techo empecé a ver los cadáveres». Su testimonio subraya la brutalidad del impacto, que hizo que la cabina colapsara «como una caja de cartón». A pesar del pánico, los vecinos y trabajadores de la zona se unieron para asistir a los heridos y calmar a los asustados, mostrando la solidaridad de la comunidad en medio de la tragedia.

El impacto del accidente se extendió incluso a quienes, por un pequeño margen, lograron evitarlo. Eric Packer, un turista estadounidense, relató cómo casi tomó el funicular en el momento del choque. En cuestión de minutos, se dio la vuelta y escuchó un estruendo ensordecedor, solo para darse cuenta de la magnitud del desastre. Sus fotografías, que capturan la escena del accidente de funicular, muestran la maraña de metal en que se convirtió la cabina, junto al letrero de un restaurante.
La tragedia de funicular ha generado un debate sobre las medidas de seguridad de este tipo de transporte histórico. Aunque las causas exactas del accidente aún se investigan, el hecho ha dejado a la comunidad de Lisboa y a turistas de todo el mundo conmocionados, con la esperanza de que un suceso como este no vuelva a ocurrir. Los expertos en seguridad pública y transporte ya están analizando las imágenes y los testimonios para determinar qué provocó que una atracción tan icónica se convirtiera en un escenario de muerte y devastación.
La seguridad de los funiculares históricos
A diferencia de los trenes convencionales, los funiculares operan con un sistema de contrapeso único: dos cabinas conectadas por un cable, donde una desciende mientras la otra asciende, equilibrándose mutuamente. Este diseño, que ha sido utilizado durante más de un siglo en todo el mundo, es generalmente considerado seguro, pero depende de un mantenimiento riguroso de sus cables, sistemas de frenado y mecanismos de seguridad.
