
CIUDAD DE MÉXICO (AP).— La localización de restos humanos calcinados y cientos de zapatos y objetos personales en un predio de Jalisco ha desatado polémica y encendido las alertas de las autoridades.
El dantesco hallazgo, efectuado a mediados de la semana pasada por un grupo de activistas en un terreno de aproximadamente una hectárea de extensión en el municipio de Teuchitlán, ha evidenciado una vez más las fallas y omisiones de las autoridades para llevar adelante las investigaciones y atender uno de los mayores problemas del país: las más de 120,000 personas desaparecidas, según expertos.
A pesar de que en septiembre y enero pasados las autoridades intervinieron el predio, conocido como rancho Izaguirre —donde incluso se descubrió un centro de adiestramiento del crimen organizado, y fueron detenidas y posteriormente liberadas una treintena de personas que presuntamente eran víctimas de reclutamiento forzado—, las investigaciones no se profundizaron.
No fue sino gracias a una llamada anónima que recibió el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, integrado por activistas que buscan a sus familiares desaparecidos, que el 5 de marzo se lograron descubrir en el rancho Izaguirre numerosos restos calcinados que estaban bajo capas de ladrillo y tierra, y cientos de zapatos y objetos personales.
“Esta finca fungía como de adiestramiento, entrenamiento, y aunque se ha escuchado muy feo, muy fuerte, fue de exterminio”, declaró a The Associated Press la activista Indira Navarro, líder de Guerreros Buscadores de Jalisco, al hablar de los restos de dentaduras, cráneos y otros huesos que las integrantes del colectivo encontraron quemados y enterrados en fosas.
Al hablar de las fallas que han rodeado las investigaciones del caso, Indira atribuyó las deficiencias a la gestión del exgobernador de Jalisco Enrique Alfaro, al que acusó de tratar de “ocultar este tipo de situaciones o hallazgos”.
La activista criticó las acciones de las autoridades anteriores de la Fiscalía estatal, y se preguntó: “¿Cómo es posible que, si traían radar, que si tenían tecnología, no hayan encontrado esto?… ¿Cómo es posible que nosotros con pico, pala y varilla, ahí hemos encontrado lo que ellos no?”.
En medios locales y redes sociales se han difundido fotos de cientos de zapatos, prendas de vestir, morrales, maletas, llaveros, carteras y credenciales que se encontraron en el rancho, lo que ha incrementado los temores de que numerosas personas fueron asesinadas y detenidas en el predio.
Hasta la fecha las autoridades no han ofrecido un registro preciso de los restos encontrados en el lugar.
La Fiscalía de Jalisco confirmó el hallazgo de siete lotes de restos óseos fragmentados con indicios de exposición térmica, 400 prendas e indumentarias, y 96 casquillos.
Fiscalía niega crematorio
De momento la Fiscalía estatal ha descartado que allí operara un crematorio clandestino, tal como denunciaron activistas, debido a que no se localizó ninguna estructura para incinerar los cuerpos, por lo que se presume que fueron quemados con la ayuda de leña o de otro producto combustible.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, condenó las fallas que rodearon las investigaciones en el predio, y dijo que era “verdaderamente preocupante” que no se haya continuado con las evaluaciones del terreno luego de la primera intervención de septiembre.
Tras declarar que el hallazgo es “terrible”, la presidenta Claudia Sheinbaum indicó que el gabinete de Seguridad está en contacto con Lemus para coordinar acciones con la FGR.
Es realmente preocupante que se hayan encontrado un crematorio clandestino y que las autoridades no tuvieran idea de esto. Es como si estuvieran cerrando los ojos ante una realidad muy dura. La falta de información y acción por parte de quienes se supone deben proteger a la gente es inaceptable. La indignación de la comunidad es totalmente válida, y es hora de que se tomen en serio estas situaciones.