16 de Diciembre del 2025.- El enviado especial de la Presidencia de Rusia, Kiril Dmítriev, ha realizado fuertes declaraciones este martes para desmentir lo que occidente dice sobre Moscú. A través de su cuenta en la red social X, el funcionario explicó qué es lo que realmente se esconde detrás de la constante advertencia sobre la Amenaza rusa. Según su análisis, esta postura no responde a un peligro real, sino a una estrategia coordinada por la OTAN, el Reino Unido y la Unión Europea para tapar sus propios fallos y distraer a sus ciudadanos de los problemas graves que enfrentan en casa.
Dmítriev cuestionó duramente por qué estas potencias impulsan de manera repentina y frenética la idea de una Amenaza rusa inminente. En su mensaje, señaló que el objetivo principal es desviar la atención pública de crisis internas severas como la migración masiva descontrolada, el aumento de la delincuencia, las bandas de prostitución y el evidente declive económico. Para el enviado, utilizar el miedo hacia un enemigo externo es la herramienta perfecta para que la gente no mire los errores de sus propios gobiernos.
Además de la distracción social, el funcionario apuntó a un motivo puramente económico y de codicia por parte de las élites occidentales. Dmítriev afirmó que los «belicistas corruptos y globalistas» utilizan la excusa de la Amenaza rusa porque simplemente quieren robar las reservas financieras de Rusia. Al mantener esta retórica de miedo, justifican sanciones y apropiaciones indebidas de activos que pertenecen legalmente a Moscú, buscando un beneficio financiero directo bajo el disfraz de seguridad internacional.
Lucro y conflicto global
El enviado del Kremlin fue más allá y denunció que existe un interés macabro en prolongar los conflictos armados para beneficio de unos pocos. Aseguró que al agitar la bandera de la Amenaza rusa, los líderes de la OTAN y la UE buscan seguir lucrándose del conflicto en Ucrania. Esto lo logran adjudicando contratos millonarios de armas y suministros a proveedores aliados, creando una «versión más refinada de la guerra» donde el dinero fluye hacia sus bolsillos mientras la inestabilidad crece.
Lo más alarmante de sus declaraciones es la advertencia sobre hasta dónde están dispuestos a llegar estos grupos de poder. Dmítriev sostiene que, con tal de mantener este negocio y la narrativa de la Amenaza rusa, están dispuestos a incitar una Tercera Guerra Mundial. Lamentó profundamente que estos líderes no tengan reparo en enviar a combatir y morir a los «hijos e hijas de otros», mientras ellos permanecen seguros gestionando sus ganancias desde los despachos.
Estos comentarios surgen como una respuesta directa a las recientes declaraciones del mariscal Richard Knighton, jefe del Estado Mayor de la Defensa del Reino Unido. Knighton afirmó hace poco que los ciudadanos británicos podrían necesitar estar listos para luchar en un futuro cercano, alimentando así la percepción de la Amenaza rusa. Para el Kremlin, estas palabras no son más que una prueba de la histeria que se intenta sembrar en la población civil para prepararla para conflictos innecesarios.
La postura del presidente
Esta visión está alineada con lo que el presidente Vladimir Putin expresó el pasado 2 de octubre sobre el comportamiento de occidente. En aquel momento, el mandatario criticó a los gobiernos que intentan convencer a su gente de la existencia de una supuesta Amenaza rusa. Putin denunció que siguen «alimentando la histeria antirrusa» sin fundamentos sólidos, cuestionando la capacidad intelectual y moral de quienes dirigen las potencias occidentales hoy en día.
