
NAYARIT (EFE y El Universal).— La Asociación de Bancos de México (ABM) advirtió que suspender el pago de la deuda del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) afectaría la reputación crediticia de México ante los mercados internacionales y nacionales.
Raúl Martínez-Ostos, vicepresidente del organismo, explicó que esta deuda, originada tras la crisis bancaria de los años 90, está consolidada como deuda pública, por lo que su incumplimiento sería interpretado como una señal negativa para acreedores e inversionistas.
Durante la 88 Convención Bancaria, el directivo sostuvo que no cubrir esta obligación generaría riesgos adicionales, en un contexto en el que el gobierno mexicano busca reducir el déficit del 6% al 3% del Producto Interno Bruto.
Martínez-Ostos recalcó que el cumplimiento de estas responsabilidades ha contribuido a que México mantenga su grado de inversión, considerado entre los más sólidos entre los mercados emergentes.
El vicepresidente de la ABM subrayó que el compromiso con el cumplimiento de obligaciones es un factor clave para que México conserve condiciones favorables de financiamiento externo, con tasas de interés moderadas y acceso constante a líneas de crédito internacionales.
Julio Carranza, presidente de la ABM, respaldó la revisión del tema, pero advirtió que omitir el pago del Fobaproa afectaría la confianza financiera y podría impactar en la calificación crediticia del país.
El Fondo fue establecido en 1994 como un mecanismo de rescate para preservar la estabilidad del sistema bancario, cuando la falta de regulación adecuada provocó el colapso de instituciones financieras.
Proteger al usuario
Eduardo Osuna, director de BBVA México, recordó que el objetivo central fue proteger los depósitos de los ahorradores, y que solo cuatro de los 18 bancos rescatados sobrevivieron a la crisis.
Tras ese episodio, el sector bancario mexicano incorporó regulaciones más estrictas y una capitalización más robusta, lo que ha fortalecido su capacidad ante escenarios de volatilidad.
El rescate financiero permitió frenar el efecto dominó que habría generado la quiebra de bancos en cadena, lo que en su momento amenazó con afectar a millones de familias y paralizar el sistema de pagos a nivel nacional.
Carranza dijo que, a diferencia de entonces, hoy existe supervisión alineada con estándares globales, y que el sistema financiero nacional ya no representa un factor de riesgo.
A febrero de 2025, la banca en México reportó un índice de capitalización del 19.9%, casi el doble del mínimo requerido, y una cobertura de liquidez del 347%, tres veces por encima del estándar exigido.
Los banqueros también descartaron una recesión para este año, aunque prevén un crecimiento económico modesto de 0.2% del PIB al cierre de 2025, en medio de tensiones comerciales con Estados Unidos.
En ese escenario, estimaron un crecimiento del crédito al sector privado de hasta 7.1%, impulsado por una mejor dinámica económica, pese al entorno incierto derivado de la política arancelaria de la administración Trump.
En el Congreso, algunas propuestas recientes han sugerido revisar los términos del pago del Fobaproa, bajo el argumento de que ha significado una carga desproporcionada para las finanzas públicas y que beneficia principalmente a antiguos grupos económicos.