
En Francia se dictó una condena histórica que ha sacudido al país entero. El ex cirujano pediatra Joël Le Scouarnec fue sentenciado a la pena máxima de 20 años de prisión por violar o agredir sexualmente a 299 pacientes, muchos de ellos menores. El juicio, que comenzó en febrero, puso en evidencia no solo la gravedad de sus actos, sino también los errores del sistema que permitió que este médico siguiera trabajando por décadas.
El tribunal de Vannes tomó en cuenta la enorme cantidad de víctimas, su corta edad y el comportamiento compulsivo del acusado para imponer la sentencia. A sus 74 años, Le Scouarnec podrá pedir libertad condicional después de cumplir dos tercios de la condena. Además, deberá someterse a un seguimiento socio-judicial por 15 años y tiene prohibido de por vida ejercer cualquier trabajo relacionado con menores.

El médico ya estaba preso desde 2020 por otros casos de abuso sexual, incluidos los de sus propias sobrinas y una vecina de apenas seis años. Durante el juicio actual, el propio Le Scouarnec admitió su culpabilidad en los actos cometidos entre 1989 y 2014, incluyendo abusos a su nieta y la responsabilidad en el suicidio de dos de sus víctimas. Sus declaraciones dejaron al país en shock.
Los investigadores encontraron en su casa cuadernos detallando sus agresiones, muñecas sexuales y miles de imágenes de pornografía infantil. La fiscalía ya abrió una nueva investigación para identificar a otras posibles víctimas, ya que incluso en el proceso surgieron casos no documentados previamente.


La defensa del acusado intentó resaltar su confesión como un gesto de reparación. Sin embargo, las víctimas pedían justicia real y condenas ejemplares. “No pedimos clemencia, pedimos que se valore nuestro dolor”, expresaron desde el colectivo de víctimas que, antes del veredicto, desplegó una pancarta representando a 355 personas afectadas.