17 DE OCTUBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, se encuentra en Washington para su tercera visita desde el regreso de Donald Trump al poder, en un esfuerzo por navegar un complejo panorama diplomático y militar. El objetivo central del viaje es doble: conseguir la aprobación para el suministro de armamento avanzado, específicamente los misiles de crucero Tomahawk con un alcance de 1,600 km, y buscar el apoyo de Trump para impulsar un acuerdo de paz con Rusia. Este viaje se produce en un momento crucial, ya que el mandatario estadounidense anunció una próxima cumbre con Vladimir Putin en Budapest para intentar poner fin a la invasión rusa iniciada en 2022.
Negociando Armamento Avanzado y Cumbre de Paz
La reunión entre Trump y Zelensky se programó como una cena privada, sin acceso a la prensa, reflejando la delicadeza de los temas a tratar. Ucrania había puesto grandes esperanzas en que la visita asegurara el envío de los misiles Tomahawk, que permitirían aumentar significativamente la presión sobre Moscú. Sin embargo, Trump ha mostrado reticencia sobre la entrega de estas armas, argumentando que Estados Unidos «no puede agotar» su propio arsenal, una postura que complica el pedido ucraniano y el fortalecimiento de sus fuerzas armadas.

Por su parte, el Kremlin ya confirmó los preparativos para la cumbre en Budapest, tras una llamada telefónica con Trump que calificaron de «extremadamente franca y de confianza». En esa conversación, el asesor presidencial ruso Yuri Ushakov señaló que Putin advirtió que el envío de los Tomahawk a Ucrania «no cambiaría la situación en el campo de batalla» y, de hecho, afectaría las «perspectivas de una resolución pacífica«. A pesar de las dudas de Trump, Zelensky afirmó que la mera posibilidad de recibir estas armas ya ha llevado a Moscú a «acelerar sus intentos de negociación», destacando el valor estratégico de este tipo de armamento.
El presidente ucraniano también expresó su deseo de que el éxito de Trump al lograr un alto el fuego en Gaza sirva de impulso para una resolución diplomática en Ucrania. «Esperamos que el impulso para frenar el terror y la guerra que funcionó en Oriente Medio ayude a terminar la guerra de Rusia contra Ucrania», escribió Zelensky en redes sociales. Esta búsqueda de una solución pacífica subraya la esperanza de Ucrania en la influencia global de Trump como mediador, un rol que el presidente estadounidense parece dispuesto a asumir, poniendo una nueva dinámica en el conflicto.
A su llegada a Washington, Zelensky tuvo que lidiar con la noticia de un nuevo ataque masivo con drones explosivos Shahed contra Krivói Rog, una ciudad clave en el sur de Ucrania por su infraestructura industrial de hierro y carbón. Este ataque subraya la necesidad de armas de defensa aérea, incluso mientras se negocia la paz. Zelensky denunció que «nada ha cambiado para Rusia: sigue aterrorizando la vida en Ucrania» y que el objetivo sistemático de los ataques ha sido la infraestructura energética.

El líder ucraniano insistió en que la «verdadera disposición de Rusia para la paz no reside en palabras», sino en el «cese real de los ataques y las matanzas». Esta declaración busca contrarrestar el discurso de Moscú sobre las perspectivas de una resolución pacífica e incrementar la presión para que las acciones rusas respalden sus palabras. Además de la cena con Trump, Zelensky planea reunirse con empresas de defensa estadounidenses para discutir la adquisición de nuevos sistemas antiaéreos, ya que «Cada sistema de defensa aérea de Ucrania importa: salva vidas».
La Necesidad Específica de Tomahawk para la Flota del Mar Negro