La historia de México está llena de momentos épicos y memorables. Uno de tantos es el día en el que los dos generales revolucionarios más importantes del país se encontraron en la Ciudad de México para llegar hasta el Palacio Nacional, inconformes con el gobierno de Carranza y Obregón. Ese fue el día que Zapata y Villa se pelaron por la supuesta silla presidencial, un momento histórico que quedó plasmado en fotografía para que hoy lo recordemos todos los mexicanos.
Este suceso que podría sonar como una leyenda ocurrió el 6 de diciembre de 1914. La División del Norte, al mando de Francisco Villa y el Ejército Libertador del Sur, liderado por Emiliano Zapata se encontraron dos días antes en Xochimilco para dialogar, ocupar la capital y hacer que Venustiano Carranza hiciera valer los acuerdos de la Convención Revolucionaria de Aguascalientes y el Plan de Ayala.
La Revolución Mexicana se dio ante la inconformidad de la población por los abusos y la tiranía del gobierno de Porfirio Díaz, que explotaba a los pobres y beneficiaba a la gente rica. Tanto en el norte como en el sur de México surgieron movimientos importantes que lucharían contra la desigualdad.
Un encuentro en Xochimilco
El 20 de noviembre de 1910 estalló la revolución armada y llegó a su fin oficialmente en 1917, con la promulgación de una nueva Constitución Política. Muchos sucesos acontecieron durante estos años. y así tenemos que el 4 de diciembre de 1914, las fuerzas villistas y zapatistas tuvieron un encuentro al sur de la capital, en Xochimilco, para entrar hasta Palacio Nacional y hacer valer sus intereses y los del pueblo mexicano.
Los dos personajes no habían tenido un contacto directo hasta este encuentro. Anteriormente ya se habían puesto en contacto por correspondencia. Así acordaron una reunión de ambos ejércitos en Xochimilco, el 4 de diciembre de ese año, para conseguir la ocupación de la capital mexicana. El pacto entre la División del Norte y el Ejército Libertador del Sur es uno de los hechos más importantes de la época.
Una procesión de más de 50 mil efectivos de los dos ejércitos se dieron paso a caballo y a pie para llegar hasta el centro de la ciudad en el desfile más grande que se ha visto en el país. Los de Villa entraron por los rumbos de Tacuba y Hacienda de los Morales y los zapatistas se abrieron paso hacia el Zócalo desde Tlalpan, San Lázaro y San Ángel.
Entrada al Zócalo
Así, los grupos alidados se encontraron y el gran ejército anduvo por las calles de Tlacopan, que hoy es Tacuba, Rosales, Reforma, Avenida Juárez y la antigua San Francisco, que hoy es Madero, a la que por cierto, dos días después de la entrada a Palacio Nacional, el general Francisco Villa se encargó de cambiarle el nombre por el del ex presidente asesinado en febrero de 1913.
Se dice que los dos ejércitos fueron recibidos con vítores por la gente de la capital. Para entonces, Venustiano Carranza había sido destituido como presidente y el lugar lo ocupaba Eulalio Gutiérrez, en su puesto de presidente provisional, quien recibió a Villa y Zapata sin ningún problema. Carranza y Obregón evacuaron la ciudad y se refugiaron en Veracruz.
Disputa por la silla en Palacio Nacional
Así fue como después del largo desfile, los dos personajes entraron a Palacio Nacional recibidos desde el balcón por Eulalio Gutiérrez. Los generales anduvieron por varios salones del lugar antes de dar una entrevista. En uno de ellos encontraron cuatro sillas ostentosas, una de ellas llena de detalles dorados, forrada de terciopelo y con el águila del imperio de Maximiliano en el respaldo.
Esta silla en particular llamaba la atención. El grupo decidió tomar asiento en este salón para dialogar e incluso en un momento hubo una discusión por quién ocuparía el asiento que podía pasar por un trono o por la silla presidencial, pero el pleito no era porque alguno quisiera ocuparla. Villa le ofreció a Zapata sentarse en ese asiento tan particular, pero el Caudillo del Sur se negó rotundamente, dejándole el lugar al Centauro del Norte.
El momento en que los dos generales están sentados en este salón junto con otros personajes y gente de la época quedó documentado en foto gracias a Agustín Víctor Casasola, quien tomó una gran cantidad de fotografías de la Revolución Mexicana y cuya colección conforma el famoso Archivo Casasola, encargado de preservar la memoria gráfica de nuestro país.
La posición de Zapata y Villa ante el poder
Tanto Zapata como Villa se negaban a ocupar un puesto público. Lo suyo era la lucha. Después de tener una entrevista, los generales del norte y del sur disfrutaron de un banquete en el mismo Palacio Nacional acompañados por Eulalio Gutiérrez y otros personajes.
Esta reunión fue uno de los momentos más importantes de la Revolución Mexicana. Tristemente, los dos ejércitos fueron derrotados más tarde, el de Villa en 1915 y el de Zapata en 1916.