
14 DE OCTUBRE DE 2025 El Ministerio de Sanidad de Gaza emitió un devastador informe sobre el costo humano de la guerra entre Israel y Hamás, que evidencia el impacto desproporcionado del conflicto en la población civil más vulnerable. La cifra de muertos reportada hasta el 13 de octubre subraya una profunda crisis humanitaria. Entre las víctimas se contabilizan más de 1.000 muertos que son niños menores de un año, una estadística que resalta la brutalidad de la guerra para los no combatientes.
El informe oficial palestino no solo detalla la pérdida de vidas infantiles, sino que también pone de manifiesto la crítica situación del sector salud en el enclave. La cifra de muertos en el personal médico es especialmente alarmante, con 1.722 miembros del personal sanitario que han sido asesinados. Este número representa un golpe devastador a la capacidad de Gaza para responder a la emergencia, ya que el personal médico es crucial para atender a los miles de heridos.
La Vulnerabilidad de la Infancia y la Sanidad
La estadística que revela más de 1.000 muertos entre los niños menores de un año es particularmente desgarradora y ha conmocionado a la comunidad internacional. Estos muertos son la manifestación más trágica del sufrimiento de los civiles, al tratarse de víctimas que no tienen ninguna participación en las hostilidades. La falta de acceso a refugios seguros, alimentos y atención médica ha agravado la situación, convirtiendo a los bebés en las víctimas más indefensas de esta escalada.
Asimismo, la alta tasa de muertos entre el personal médico (1.722 muertos) indica que los ataques no han respetado la infraestructura sanitaria ni la seguridad de quienes intentan salvar vidas. Los hospitales y clínicas se han visto desbordados, y el asesinato de personal sanitario no solo es una violación del derecho internacional humanitario, sino que paraliza la asistencia a los heridos, elevando indirectamente la cifra total de muertos y heridos por la falta de tratamiento.
El Ministerio de Sanidad de Gaza ha insistido en que estas cifras son un indicio de la intensidad de los ataques y la urgencia de un alto el fuego. La acumulación de muertos en tan corto período de tiempo refleja una situación sin precedentes. La comunidad internacional ha recibido el informe con profunda preocupación y ha reiterado los llamados para proteger a los civiles, especialmente a los muertos que son niños y al personal que arriesga su vida para la atención médica.
El número de muertos en ambos grupos, niños y profesionales de la salud, ilustra el colapso del sistema social y sanitario de la Franja. La guerra ha trascendido la línea del frente, convirtiendo áreas densamente pobladas y centros de atención médica en zonas de alto riesgo. La pérdida de estos muertos representa una herida profunda en la sociedad palestina y plantea serias interrogantes sobre el futuro del enclave.