
1 SEPTIEMBRE 2025- INTERNACIONAL- Después de más de dos meses de angustiosa búsqueda, la policía de Indonesia ha confirmado el trágico final de Matilde Muñoz. La viajera española de 72 años, que había desaparecido el 1 de julio, fue hallada sin vida en una playa de Lombok este sábado. La noticia ha causado gran pesar entre sus familiares y amigos, quienes desde un inicio sospechaban que algo grave había ocurrido. La investigación, que reveló múltiples incongruencias por parte del personal de un hotel, ahora avanza con el hallazgo de su cuerpo y la detención de dos personas.
Matilde Muñoz, originaria de Galicia y con una vida en Mallorca, era una azafata jubilada con una pasión inquebrantable por los viajes, especialmente al sudeste asiático. Su círculo cercano ha descrito a esta viajera española como una persona muy conectada, que mantenía un contacto diario a través de WhatsApp. Fue precisamente esa falta de comunicación la que encendió las alarmas, ya que de un día para otro, Matilde dejó de responder, algo sumamente inusual en alguien que «vivía con el móvil en la mano».
Incongruencias en la investigación y hallazgo crucial
La investigación del caso reveló un patrón de engaños por parte del personal del hotel Bumi Aditya, donde la viajera española se hospedaba. Una de las mayores incongruencias fue un mensaje de WhatsApp supuestamente enviado por Matilde el 5 de julio, en el que se leía que se había ido a Laos. Sin embargo, el mensaje contenía faltas de ortografía que no correspondían con su perfil de una persona que dominaba varios idiomas. El personal del hotel, además, cambió su versión sobre los últimos movimientos de la turista en repetidas ocasiones.
La búsqueda tuvo un giro determinante el 25 de agosto, cuando empleados del hotel encontraron la mochila y otras pertenencias de Matilde en un vertedero. Aunque el hallazgo fue crucial, la ausencia de su pasaporte, móvil y cargador intensificó las sospechas de que el personal del establecimiento estaba implicado en la desaparición. Este descubrimiento apuntó a que no se trataba de un simple extravío, sino de un caso más complejo, lo que llevó a las autoridades a seguir la pista de un crimen.

El caso de Matilde Muñoz pone de relieve la importancia de la seguridad de los turistas y la responsabilidad de los establecimientos hoteleros en el extranjero. El hecho de que las incongruencias hayan partido del propio personal del hotel donde se hospedaba la viajera española es alarmante y debe ser un llamado de atención a las autoridades indonesias para que refuercen la supervisión de estos negocios. Este caso también subraya la necesidad de una mayor coordinación y respuesta de las embajadas, tal como denunció la familia, que sintió que el trato por parte de las autoridades españolas careció de la empatía necesaria.