
Austria está viviendo uno de los momentos más oscuros de su historia reciente tras la #masacreescolar ocurrida en Graz. Un joven #desempleado de apenas 21 años, identificado como Arthur A., irrumpió en su antigua escuela y disparó contra estudiantes y maestros en dos salones de clases. La tragedia, que sucedió el 10 de junio, ha dejado una huella profunda en el país, tanto por la violencia como por la facilidad con la que el atacante obtuvo las armas.
Durante exactamente 17 minutos, el joven sembró el terror dentro del plantel. Algunos sobrevivientes contaron que varias víctimas recibieron disparos directos en la cabeza, mientras que otros se salvaron fingiendo estar muertos. Una maestra logró encerrar a su grupo y llamar a su esposo para decirle que estaban a salvo, aunque el ambiente era completamente aterrador.


El atacante se quitó la vida dentro del baño de la escuela, pero antes dejó una carta de despedida, tanto en papel como en formato digital. Sin embargo, esta no explica claramente los motivos del ataque. Aunque se ha hablado de posibles casos de acoso escolar, la policía austriaca ha evitado confirmar esa versión. Lo cierto es que este hecho ha sacudido no solo a Graz, sino a todo el país.
La masacre escolar ha desatado una ola de indignación por la facilidad con la que el joven pudo conseguir sus armas. Aunque tenía más de 18 años, lo que le permitió comprar un rifle sin mayores requisitos, también pasó una prueba psicológica para adquirir una pistola. Estos detalles encendieron el debate sobre las leyes actuales de tenencia de armas en Austria, uno de los países europeos con más armas por habitante, muchas de ellas para caza.
La alcaldesa de Graz, Elke Kahr, fue una de las primeras en pedir cambios urgentes. Dijo que no importa la edad del comprador, un arma no es un juguete y puede matar en cualquier momento. Mientras tanto, la cifra de armas en el país sigue aumentando. En solo siete años, pasó de un millón a más de un millón y medio, repartidas entre unos 380 mil propietarios registrados.