Ciudad de México.- Karen Sánchez trabaja con muertos, está convencida que la vida le dio esa misión. Ella es dueña de una funeraria, campo liderado por hombres.
Para trabajar aquí, para ella, lo fundamental es la humanidad: “Veo si la persona tiene convicción y pasión por esto.
Magda, por ejemplo, lo hace en honor a un ser querido que partió y a quien amó mucho, eso la llevó a estudiar criminalística y embalsamación“, cuenta sobre su embalsamadora, oficio poco popular entre mujeres.
El arte de embalsamar muertos: delicado trabajo funerario
“Aquí la regla es; si vas a hacer un servicio, hazlo bien, si no mejor ni vengas. A este trabajo no puedes traer tus problemas porque si no empieza bien, el servicio termina mal.
Tuve una persona que se la pasó renegando y la carroza chocó entrando al panteón, los familiares se pelearon, llegó tarde el seguro y todo se salió de tiempo, además el cuerpo costó mucho trabajo prepararlo”, cuenta.
Para ella un cuerpo se trata con amor, y dignidad. “Es un respeto que se le tiene a la muerte, la respetas igual que al cuerpo.
Ellos “sienten” todavía, si les hablas bien y con amor, sientes las energías de la persona. En mi caso siempre hablo con Dios que es el que permite hacer esto y luego con el cuerpo, le pido permiso para, revisarlo, para ver que le voy a hacer, le hablo por su nombre y siento su energía”.
El arte de embalsamar muertos: delicado trabajo funerario
Esta técnica consiste en la extracción de líquidos del cuerpo pero no de los órganos y la aplicación de químicos para preservarlo y evitar su descomposición y que no huela mal.
“Estos químicos son especiales para evitar dañar el medio ambiente y evitar mayores daños a nosotros mismos que nos exponemos a ellos y conllevan a un riesgo”, aclara.
En México, nos dice, todavía falta mucho para poder hacer técnicas avanzadas porque es muy caro.
“En Estados Unidos y Europa tardan hasta cinco días en embalsamar un cuerpo pero lo pueden preservar por meses y darle la preparación adecuada para investigación médica y la preservación”.
¿Cuánto dura un embalsamado?
Un embalsamado aquí dura en promedio de 15 días a un mes, pues las autoridades no permiten tener el cuerpo un mes si hacer el servicio funerario. Esto es un arte, dice Karen. “Contamos con técnicos especialistas pues no es cualquier cosa, estás hablando de una persona que tuvo vida, de alguien con una historia, con familia.
En los casos de personas desparecidas, a veces están ya muy descompuestos, es un gran reto poder rescatar partes del cuerpo, igual como los cuerpos desfigurados en accidentes o violencia, los reconstruimos para que la familia esté tranquila para despedirlos”, finaliza Sánchez.
¿Embalsamar un cuerpo es ley en México?
A veces, por tradición, las personas en México no quieren embalsamar a sus difuntos. “Como en Yucatán, donde por su cultura e ideas religiosas no le dan este tratamiento; pero si alguien de ese estado fallece en CDMX, el embalado se tiene que hacer por ley si es que desean transportar y trasladar el cuerpo, de otra forma se va a descomponer.
Las autoridades no autorizan el traslado sin embalsamado, por medidas de salubridad para todos”, explica Karen, de la funeraria Flor del Sinaí. Ante las autoridades, para poder embalsamar un cuerpo deben haber pasado mínimo 12 horas de haber muerto para constar ese estado pues una vez embalsamado ya no es posible que el cuerpo “reviva” pues ya no tiene sangre.
“Pero los mexicanos queremos todo rápido y muchos no quieren dejar pasar ese tiempo”, dice Karen.