
Ataque directo deja sin vida a “El Yayo”
15 JUNIO 2025-Un joven identificado como “El Yayo”, conocido presuntamente por robar motocicletas, fue ejecutado la noche del domingo frente a una tienda de conveniencia en la colonia Tierra Maya, en la Supermanzana 105 de Cancún. El ataque, que ocurrió alrededor de las nueve de la noche, estremeció a los vecinos, quienes fueron testigos de cómo dos sujetos armados lo interceptaron y le dispararon sin darle tiempo de reaccionar.
Según narraron testigos, la víctima quedó tendida sobre la banqueta, justo frente al Six “El Dani”, mientras varias personas llamaban de inmediato al número de emergencias. La violencia del crimen refleja la facilidad con la que grupos armados actúan a plena luz de la noche en calles cada vez más vulnerables ante la impunidad.
Impotencia y dolor frente al acordonamiento
Lo más desgarrador de esta ejecución fue la escena que protagonizó la madre del joven, quien llegó minutos después del ataque. Desde el otro lado de la cinta amarilla, la mujer rompió en llanto al ver a su hijo sin vida. Entre gritos desesperados, suplicaba que despertara, generando una escena de dolor que conmovió a los testigos y a los cuerpos de emergencia que tuvieron que contenerla.

Paramédicos de Cancún Medical confirmaron que el joven ya no tenía signos vitales, mientras vecinos se acercaban para calmar a la madre. La calle Calzada Centro quedó bloqueada por policías municipales y ministeriales, mientras peritos levantaban evidencias y se hacían cargo del traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense.
De momento, no se tienen pistas claras sobre los agresores, quienes escaparon rápidamente después de perpetrar el ataque. La Fiscalía General del Estado abrió una carpeta de investigación, pero hasta ahora no se reportan detenidos, lo que alimenta la percepción de que la violencia sigue cobrando vidas sin consecuencias para los responsables.
Este hecho se suma a la creciente lista de homicidios que sacuden Cancún cada semana. Vidas que se pierden y familias que quedan destrozadas, clamando justicia y seguridad en colonias cada vez más marcadas por la sangre y el silencio de los testigos