El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, declaró en la reunión de ministros de Exteriores del G7 que su país tiene “todo el derecho” de operar militarmente en lo que considera su propio hemisferio, y que ninguna institución europea puede determinar cómo defiende su seguridad nacional.
Rubio respondió con firmeza a las preguntas sobre los recientes ataques a embarcaciones en el Caribe, presuntamente vinculadas al narcotráfico, y sostuvo que dichas operaciones no se debatieron en la reunión de ministros. Además acusó a la European Union de adoptar una posición “hipócrita”: “No creo que la Unión Europea pueda determinar lo que es la ley internacional”, enfatizó.
El funcionario agregó que mientras los países europeos solicitan a Estados Unidos misiles y sistemas de defensa, cuando éste posiciona buques de guerra en su propio hábitat geográfico se genera controversia: “Se puede pedir apoyo a nosotros, pero cuando hacemos lo mismo en nuestra región entonces resulta un problema”, manifestó Rubio.
Este posicionamiento pone nuevamente sobre la mesa una versión modernizada de la Doctrina Monroe, según varios analistas. Al asegurar que su país actúa por mandato de defensa ante organizaciones criminales que describió como “narco‑terroristas” en el hemisferio, Rubio señaló que la soberanía estadounidense incluye la prerrogativa de usar la fuerza sin consulta externa.
La declaración ocurre en un contexto donde varios países de América Latina observan con cautela el incremento de acciones militares estadounidenses en zonas marítimas cercanas, y donde las relaciones diplomáticas entre EE UU. y la región enfrentan tensiones crecientes. Por su parte, Canadá, país anfitrión de la reunión del G7, señaló que la legalidad de dichos ataques y la jurisdicción sobre ellos corresponde al propio Estados Unidos.
