La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos prohibió dos sustancias químicas cancerígenas presentes en múltiples productos industriales y domésticos, tras constatar que representan graves riesgos para la salud.
La medida muestra los esfuerzos del presidente estadounidense, Joe Biden, para promulgar protecciones contra productos químicos nocivos antes de dejar el cargo el 20 de enero de 2025 y pasar el testigo a Donald Trump.
En un comunicado, la EPA anunció la prohibición por completo del tricloroetileno (TCE), un compuesto presente en agentes desengrasantes, productos de cuidado de muebles y reparación de automóviles.
La sustancia está asociada con cánceres de hígado, riñón y linfoma no Hodgkin (LNH), un cáncer del tejido linfático, además de provocar daños al sistema nervioso central, órganos reproductivos e incluso defectos cardíacos fetales.
Asimismo, la agencia ha vetado todos los usos de percloro (PCE), un disolvente industrial empleado históricamente en reparación de vehículos y limpieza en seco.
El PCE se vincula con cánceres de hígado, riñón, cerebro y testículos, así como daños al sistema inmunológico y neurotoxicidad.
En un comunicado, Michal Freedhoff, subdirectora de Seguridad Química de la EPA, consideró “simplemente inaceptable” que se haya seguido permitiendo el uso de químicos cancerígenos cuando existen alternativas más seguras.
La prohibición del TCE tiene especial significado para Freedhoff, quien inició su trabajo sobre esta sustancia décadas atrás junto al senador Edward J. Markey, entonces congresista entre 1976 y 2013.
Cuando trabajaba para Markey, Freedhoff colaboró estrechamente con Anne Anderson, quien alertó sobre los peligros del tricloroetileno en el agua potable tras el fallecimiento de su hijo Jimmy por leucemia, un caso que fue decisivo para visibilizar los riesgos de estas sustancias en los años ochenta.
Con información de EFE