
13 de Noviembre del 2025.- Estados Unidos lanzó una fuerte advertencia este jueves al Consejo de Seguridad de la ONU. Washington pidió al máximo órgano de decisión que apoye su proyecto de resolución para el plan de paz en Gaza, impulsado por el presidente Donald Trump. La misión estadounidense alertó que frenar o dividir al Consejo sobre esta resolución podría tener efectos directos y negativos sobre la población palestina, que ya enfrenta una crisis humanitaria severa tras dos años de guerra.
En una declaración directa enviada a los medios, la delegación de Estados Unidos habló de “consecuencias graves, tangibles y evitables” para los habitantes de la Franja de Gaza. Esta presión ocurre mientras continúan las negociaciones sobre el texto. Washington denuncia que hay intentos de sembrar el disenso entre los miembros del Consejo, lo cual, insisten, pone en riesgo la frágil estabilidad lograda tras el alto el fuego entre Israel y Hamas.

El borrador de la resolución que impulsa la diplomacia norteamericana busca asegurar el alto el fuego vigente, que se mantiene con fragilidad. El objetivo es definir un marco político y de seguridad claro para la etapa posterior al conflicto. Los diplomáticos estadounidenses consideran que el momento es crítico, ya que la tregua pende de un hilo y los canales de ayuda humanitaria están operando bajo una enorme presión logística y de seguridad.
El polémico «Board of Peace»
Uno de los puntos más llamativos del proyecto de resolución es la bienvenida a la creación del «Board of Peace» (Junta de Paz). Este sería un órgano de gobierno transicional para la Franja de Gaza. Según el texto consultado por la agencia AFP, este ente estaría presidido, en teoría, por el propio Donald Trump hasta finales del año 2027. La función de esta junta sería supervisar la administración del territorio mientras dura la reconstrucción y coordinar la transición hacia un nuevo esquema político local.

La Fuerza Internacional de Estabilización
La propuesta de resolución también busca autorizar a los países miembros para crear una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF, por sus siglas en inglés). Este contingente militar y policial cooperaría estrechamente con Israel, Egipto y una futura policía palestina reformada y entrenada nuevamente. Su misión principal sería asegurar los puntos fronterizos, apoyar la desmilitarización de Gaza, proteger los corredores de ayuda humanitaria y participar en la retirada de armas en manos de grupos armados no estatales.
Pese a la presión de EE.UU., la naturaleza de esta fuerza internacional genera muchas dudas entre los miembros del Consejo, especialmente sobre su tamaño, composición, financiación y reglas de enfrentamiento. Sin embargo, en un intento por sumar apoyos, la nueva versión de esta resolución incluye una referencia a un posible Estado palestino. El texto menciona que, tras las reformas y la reconstrucción, podrían darse «condiciones para un camino creíble» hacia la autodeterminación palestina, una exigencia clave de varios países europeos.









