
Varios bombarderos B-2 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos despegaron en las últimas horas con rumbo al Pacífico, mientras el presidente Donald Trump sopesa la posibilidad de atacar Irán, según el seguimiento de sitios web especializados en tráfico aéreo.
El traslado de estos aviones no implica necesariamente que el mandatario republicano haya tomado una decisión, ya que no es inusual reubicar activos militares, informó el diario The New York Times.
De acuerdo con los rastreadores de vuelos, los bombarderos B-2 partieron desde la base aérea de Whiteman, en el estado de Misuri, con destino a Guam, un territorio estadounidense en Micronesia que alberga instalaciones militares.
Estos bombarderos, capaces de transportar potentes bombas, al parecer estuvieron acompañados por aviones cisterna para su reabastecimiento en vuelo.
Trump regresará este sábado a Washington desde su campo de golf en Bedminster (Nueva Jersey) para reunirse con su equipo de seguridad nacional y continuar los debates sobre una posible participación de Estados Unidos en los ataques israelíes contra Irán.
La Casa Blanca informó que el presidente decidirá en las próximas dos semanas sobre la posibilidad de lanzar una ofensiva cuyo objetivo oficial sería impedir que la República Islámica obtenga un arma nuclear.
Irán, que ha negado reiteradamente estar desarrollando armamento nuclear, intercambia ataques aéreos con Israel desde el pasado 13 de junio, cuando el Ejército israelí bombardeó instalaciones nucleares y militares en territorio iraní.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó la ofensiva mientras Irán negociaba con Estados Unidos un acuerdo sobre su programa nuclear.
Con información de EFE
Mover bombarderos a una región tensa no suena como la mejor idea. En vez de buscar soluciones pacíficas, parece que solo se está echando más leña al fuego. Es preocupante que sigan optando por la fuerza en lugar de dialogar.
Mover bombarderos a otra región siempre genera preocupación. No sé si es la mejor forma de resolver problemas, ya que puede escalar tensiones en lugar de buscar soluciones pacíficas. Es como si en vez de hablar, se optara por mostrar músculo.
Mover bombarderos a una región como el Pacífico siempre suena a que las cosas están tensas. Es preocupante pensar que esto pueda ser un paso hacia un conflicto. En lugar de buscar soluciones pacíficas, parece que se opta por la fuerza.