
23 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-El gobierno de Estados Unidos sorprendió al anunciar un aumento significativo en la cuota de importación de carne vacuna argentina, que pasará de 20.000 a 80.000 toneladas anuales. La medida forma parte de un programa más amplio del Departamento de Agricultura (USDA) para fomentar la producción nacional de carne y facilitar la actividad ganadera en tierras federales, incluyendo subsidios al seguro y reducción de costos para pequeños procesadores.
Impacto en la industria y precios
La decisión de cuadruplicar la cuota argentina se produce en un contexto de precios récord del ganado en Estados Unidos, que han encarecido la carne para los consumidores y reducido las ganancias de los empacadores. Según funcionarios de la Casa Blanca, esta medida busca aliviar la presión sobre los precios internos y garantizar el abastecimiento, mientras se mantiene la seguridad sanitaria y se cumple con la normativa de etiquetado que exige que solo la carne producida en EE.UU. se venda como tal.
El anuncio, anticipado por Trump durante un vuelo desde Florida hacia Washington, generó críticas entre los ganaderos estadounidenses, quienes consideran que la medida favorece a Argentina más que a la producción local. En respuesta, el presidente defendió la decisión señalando que la apertura del mercado argentino busca estabilidad geopolítica y económica, además de ayudar a los productores argentinos a mantenerse competitivos en el mercado global.
Brooke Rollins, secretaria del USDA, relativizó la magnitud de las compras de carne argentina, aclarando que, de las 12 millones de toneladas métricas consumidas anualmente en Estados Unidos, 10 millones corresponden a producción local. Solo una porción de las 2 millones restantes podría provenir de Argentina, dependiendo de la demanda específica de cortes musculares y carne molida para distintos sectores de consumo.

El aumento de la cuota de importación también se enmarca dentro de la necesidad de garantizar la seguridad sanitaria del ganado estadounidense. La funcionaria enfatizó que cualquier importación debe cumplir estrictamente con los estándares del USDA, citando preocupaciones sobre la fiebre aftosa, aunque la Sociedad Rural Argentina afirmó que el país no presenta casos desde hace más de 20 años, descartando riesgos sanitarios significativos.
Este movimiento también tiene un valor agregado estratégico: abre la puerta a un comercio más dinámico con Sudamérica y fortalece los vínculos comerciales de Estados Unidos con Argentina. Analistas destacan que la medida podría incentivar inversiones en logística y procesamiento de carne, además de fomentar acuerdos bilaterales que beneficien a ambos países en términos de comercio y cooperación agrícola.