
El próximo 16 de noviembre, los ecuatorianos acudirán nuevamente a las urnas para participar en un referéndum y consulta popular convocados por el presidente Daniel Noboa, que incluirán temas clave sobre bases militares extranjeras, financiamiento político y número de legisladores.
La pregunta más polémica del referéndum plantea eliminar la prohibición constitucional de establecer bases militares extranjeras en el país, una norma vigente desde 2008, cuando se aprobó la Constitución impulsada durante el gobierno de Rafael Correa. Noboa busca modificar el artículo 5 para dejar únicamente la frase: “Ecuador es un territorio de paz”, abriendo así la posibilidad de acuerdos con fuerzas extranjeras.
La controversia se intensificó tras la visita reciente de la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, quien recorrió instalaciones militares en Ecuador, entre ellas la estación aeronaval de Manta, antigua base estadounidense que operó hasta 2009. Este hecho reavivó el debate sobre la soberanía nacional y la relación militar entre Quito y Washington.
Otras dos preguntas del referéndum buscan eliminar la financiación estatal a los partidos políticos y reducir el número de asambleístas de 151 a 73, con el fin de —según el Gobierno— optimizar recursos y mejorar la representación. Los críticos, sin embargo, consideran que se trata de una medida que debilita la pluralidad política y favorece el control del Ejecutivo sobre el Legislativo.
La consulta popular incluye además una propuesta para convocar una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución, la cual sería sometida posteriormente a referéndum. Noboa ha afirmado que la actual Carta Magna “protege a delincuentes”, aunque generó polémica al sugerir que la nueva podría redactarse con ayuda de inteligencia artificial (IA). Tras las críticas, el mandatario aclaró que “la Constitución no la escribirá la IA”.








