QUITO (AP).— El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, decretó ayer un nuevo estado de excepción, esta vez, por grave conmoción interna y calamidad pública por la emergencia en el sector eléctrico que derivó en racionamiento de energía con cortes de hasta 13 horas al día.
La declaratoria no restringe ningún derecho, pero permite agilidad en los desembolsos de recursos estatales y en los trámites burocráticos para afrontar la situación.
Ecuador afronta desde esta semana una serie de cortes eléctricos dispuestos por las autoridades de hasta por 13 horas diarias, que provocaron además la suspensión de la jornada laboral por dos días por falta de energía para el normal funcionamiento de las actividades.
Ya desde finales del año pasado, el país afrontó problemas energéticos y racionamientos debido a que una prolongada sequía ha dejado sin agua a los principales caudales que abastecen a las centrales hidroeléctricas y debido a la falta de acción y previsión de las autoridades de energía.
Según el gobierno del presidente Daniel Noboa, ignoraron las alertas de una crisis inminente en ese sector.
Además de la excepción por temas energéticos, Noboa emitió dos decretos a inicios de año para declarar al país en “conflicto armado interno” y también en excepción ante la violencia atribuida a bandas criminales.
La nueva disposición señaló que la situación energética urgente no puede superarse por el régimen constitucional ordinario, ante lo cual es necesario contar con “flujos suficientes de recursos económicos a fin de hacer frente al déficit de energía eléctrica” en todo el país.
Estará vigente por un lapso de 60 días y tiene como objetivo central “garantizar la continuidad del servicio público de energía eléctrica”.
Noboa detalló que el Ministerio de Economía debe asignar los recursos suficientes para atender este estado de excepción “pudiendo disponer de los fondos públicos necesarios para el efecto”.
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