Una nueva controversia ha surgido en redes sociales, donde la creadora de contenido Lía Pérez ha sido acusada de monetizar con el sufrimiento de los migrantes deportados de Estados Unidos. Su más reciente video en TikTok, en el que a través de cambios de maquillaje busca mostrar las difíciles experiencias de los migrantes, ha desatado un debate viral. Mientras algunos apoyan su esfuerzo por visibilizar este tema, otros la acusan de explotar el dolor ajeno para generar ingresos económicos a partir de un tema sensible.

El TikTok que desató la polémica
Lía Pérez, conocida por su contenido en plataformas como TikTok, publicó un video en el que, utilizando maquillaje, refleja los distintos cambios que atraviesan los migrantes que viajan hacia Estados Unidos, una travesía llena de sufrimiento y esperanza. El video, que pretendía ser un gesto de apoyo a los migrantes, rápidamente se volvió viral, superando los 30 millones de visualizaciones. Sin embargo, la intención de la creadora fue malinterpretada por muchos de sus seguidores, quienes acusaron a Pérez de aprovechar un tema tan delicado para crear un video viral que le generara ingresos y visibilidad.
Aunque algunos usuarios defendieron el contenido como una forma creativa de visibilizar la situación de los migrantes, otros no dudaron en señalar que el video era un ejemplo de apropiación cultural y explotación emocional de las experiencias ajenas. La creadora de contenido, hasta ahora, no se ha pronunciado públicamente al respecto, lo que ha generado aún más polémica sobre sus intenciones.
Reacciones en redes sociales: ¿apoyo o explotación?
Las reacciones al video de Lía Pérez fueron rápidas y polarizadas. En Twitter, muchos usuarios expresaron su descontento con el video, destacando que el dolor de los migrantes no debería ser utilizado como contenido para entretenimiento. Una usuaria bajo el nombre de @juanita_ramos escribió: «Monetiza con el dolor de los migrantes sin tener ni idea de lo que viven. No es contenido, es explotación».
Al mismo tiempo, algunos comentarios en defensa de la creadora apuntaron que el video simplemente reflejaba la realidad de los migrantes y que no se trataba de un intento de solucionar el problema, sino de dar visibilidad a una situación urgente y actual. «Es un contenido con el que se quiere dar voz a los migrantes, ¿realmente nos preocupa la representación o solo la forma?», comentó un seguidor.

¿Es la monetización el problema central?
Uno de los puntos más criticados por los usuarios fue la monetización del contenido. Si bien el video de Lía Pérez se convirtió en viral, muchas personas sugirieron que, en lugar de usar el sufrimiento como un medio para ganar vistas y dinero, debería haber considerado donar las ganancias de su video a los migrantes afectados por las políticas de deportación en Estados Unidos. «¿Y si las ganancias de este video fueran para los migrantes deportados? Ellos también necesitan ayuda», comentó un internauta.
Esta propuesta resaltó una de las críticas centrales hacia los creadores de contenido que abordan temas tan sensibles. Aunque se aplaude la visibilidad que se le da a estos problemas, muchos creen que debe haber un compromiso genuino con la causa, más allá de la viralidad.
El silencio de Lía Pérez
Hasta el momento, Lía Pérez no ha respondido a las críticas ni ha emitido ningún comentario oficial sobre el tema. Este silencio ha intensificado la controversia, ya que muchos seguidores se sienten frustrados por la falta de un pronunciamiento que aclare sus intenciones y su postura frente a las acusaciones. Al no abordar directamente los reclamos, la creadora de contenido corre el riesgo de perder el apoyo de muchos de sus seguidores, mientras que los detractores continúan pidiendo una disculpa pública.
En este tipo de situaciones, el silencio puede ser interpretado de diferentes formas: como una estrategia de marketing o como una falta de responsabilidad social. Sin importar la razón, la controversia está lejos de calmarse, y la presión sobre la creadora continúa creciendo.

El poder de TikTok en temas sociales
Este caso demuestra cómo plataformas como TikTok tienen el poder de generar reacciones intensas y polarizadas. Si bien el video de Lía Pérez fue un intento de visibilizar un problema social, también demuestra cómo las redes sociales pueden ser sensibles ante temas de gran carga emocional, como la migración y las deportaciones.
Los creadores de contenido tienen una responsabilidad no solo con su audiencia, sino también con las comunidades que representan en sus videos. Si bien las redes sociales son una herramienta poderosa para dar a conocer situaciones sociales, deben usarse de manera ética, respetuosa y con un compromiso real por las causas que se abordan.
Es genial que se estén tomando medidas para mejorar la situación, pero también es un poco frustrante ver que a veces las soluciones llegan tarde. Ojalá que esta vez sí se hagan las cosas bien y se mantengan en el tiempo.
Es genial ver que se estén tomando medidas para mejorar la situación, pero a veces siento que las acciones llegan tarde. La gente ha estado esperando cambios desde hace tiempo, y aunque es un paso en la dirección correcta, hay que asegurarse de que no se quede solo en palabras.
Es genial ver que se están tomando medidas para cuidar el medio ambiente, pero a veces siento que se quedan solo en palabras y no en acciones concretas. Necesitamos que las promesas se traduzcan en cambios reales que todos podamos notar en nuestro día a día.