WASHINGTON.— Las autoridades estadounidenses han detenido a 538 inmigrantes “criminales” sin documentos y deportado a centenares en la operación contra la inmigración irregular lanzada por el presidente Donald Trump tras haber asumido el lunes la Presidencia, informaron ayer viernes fuentes oficiales.
“538 arrestos y 373 órdenes de detención presentadas”, publicó ayer en X la agencia de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
El informe diario de ICE sobre el cumplimiento de las órdenes de Trump relativas a inmigración se complementa con varios “ejemplos” de delincuentes caídos en las redadas publicados por la Casa Blanca en sus redes.
Entre ellos están los casos de Luis Alberto Espinoza-Boconsaca, que fue detenido en Buffalo el 23 de enero y había sido condenado por violación, y el de Cristofer Alexander Ramírez Olivia, detenido el mismo día en St. Paul y condenado por conducta criminal sexual con un menor.
“Este es un pequeño adelanto del trabajo de la administración Trump para dar seguridad a las fronteras de nuestra nación”, dice otro mensaje en X de la Casa Blanca.
“La operación de deportación masiva más grande de la historia está en marcha. Promesas hechas. Promesas cumplidas”, se lee en otra publicación en la red.
La batalla de Trump contra los migrantes
Trump, que fue presidente de 2017 a 2021, hizo de la lucha contra la inmigración ilegal su caballo de batalla durante la campaña para las elecciones de noviembre de 2024.
Su promesa de hacer deportaciones masivas en cuanto pusiera un pie en la Casa Blanca de nuevo quedó plasmada en los primeros decretos que firmó, así como la de cerrar la frontera con México.
El miércoles se inició el despliegue de unos 1,500 militares en la frontera con México y ese mismo día el secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, anunció que había autorizado el envío de esas tropas y de helicópteros y su respectivo personal, así como de analistas de inteligencia.
Es preocupante ver cómo se atacan a grupos vulnerables. Las redadas en lugares como escuelas e iglesias solo generan miedo y no abordan el verdadero problema de la migración. La gente busca un mejor futuro, y no creo que la solución sea zarandear a quienes ya enfrentan tantos desafíos. Hay que buscar soluciones más humanas.
Es preocupante ver cómo se están llevando a cabo redadas en lugares donde las personas deberían sentirse seguras, como escuelas e iglesias. Esto solo genera más miedo y desconfianza en las comunidades. En lugar de ayudar, estas acciones parecen más bien una forma de intimidar y dividir a la gente. Es fundamental encontrar soluciones que respeten los derechos de todos, no solo imponer medidas drásticas que afectan a familias enteras.
Es preocupante ver cómo se están llevando a cabo estas redadas en lugares donde la gente busca seguridad y apoyo, como escuelas e iglesias. La migración es un tema complicado, pero actuar de esta manera solo genera miedo y división en la comunidad. Es importante encontrar soluciones más humanas y justas para todos.