LOS ÁNGELES (EFE).— El gobierno entrante de Donald Trump pondrá fin a la política que impide a los agentes de inmigración hacer arrestos en los llamados “lugares sensibles” como escuelas, iglesias y juzgados, una medida que trató de imponer en su anterior periodo (2017-2021), según dijeron ayer fuentes a la cadena NBC.
El presidente electo rescindirá la medida su primer día de gobierno a fin de ampliar el poder de arrestos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), según las fuentes que hablaron bajo condición de anonimato con la televisora.
Trump se eligió bajo la promesa de realizar deportaciones masivas y sus asesores están preparando el terreno para superar el número de expulsiones realizadas por la administración del presidente Joe Biden.
La política de limitar las acciones de ICE en lugares sensibles fue establecida en el gobierno de Barack Obama, conocido como el jefe de deportaciones por el alto número de expulsiones realizadas en sus dos términos.
Tom Homan, nombrado por Trump como “zar de la frontera” para liderar el plan de deportaciones del republicano, dijo anteayer que las operaciones comenzarán en Chicago.
En su primera gestión Trump intentó rescindir esta política. En 2018 ICE anunció que comenzaría a detener a inmigrantes en los juzgados, lo que motivó críticas de legisladores y organizaciones defensoras de inmigrantes.
La directiva aclaraba que los agentes tienen permiso para efectuar arrestos en los juzgados porque, cualquier individuo que entra en esas dependencias, debe superar una inspección de seguridad, no puede llevar un arma y, por tanto, se “reduce el riesgo” en la operación policial.
La agencia aseguró en ese entonces que no haría detenciones dentro de los juzgados de “manera indiscriminada”.