
Después de una racha complicada, los Dodgers finalmente regresaron al camino victorioso con una actuación destacada de Ohtani estrella y Kershaw líder en la lomita. Sea por salud o por presión deportiva, el equipo necesitaba un repunte, y lo consiguieron con autoridad, dejando atrás dos derrotas consecutivas en extrainning que golpearon su confianza.
Ohtani principal brilló al conectar dos cuadrangulares que marcaron la diferencia. Su aporte ofensivo fue el motor que revitalizó al ataque angelino, contra un rival exigente como los Orioles. Su ritmo e impacto en el marcador global mostró que cuando está sano y conectado, su valor como bateador es inigualable.
Por su parte, Kershaw referente ofreció una salida sólida, dominando durante más de cinco entradas y controlando el juego con un repertorio clásico. Logró postergar la ofensiva rival, brindándole al bullpen la posibilidad de cerrar con tranquilidad y al equipo reanudar su confianza en la rotación.
Desde lo colectivo, fue una victoria que refleja unión y reencuentro con el juego colectivo: Betts también conectó cuadrangular y un imparable clave; Conforto sumó dos hits; el relevo brilló con Wrobleski y Dreyer. Fue un triunfo que devolvió ánimo, liderazgo y alivio para la fanaticada preocupada.
Un dato notable para sumar contexto: esta temporada, Ohtani se convirtió en el jugador más rápido en alcanzar 100 jonrones en la historia de los Dodgers, logrando tal marca en apenas 294 juegos, superando a Gary Sheffield, quien lo hizo en 399 partidos. Esto agrega peso histórico a su presente impacto ofensivo.
Si bien el resurgimiento de esta dupla estelar es alentador, es crucial mantenerlo más allá del choque inmediato. El bullpen ha mostrado inestabilidad (lesiones y sobreuso), Betts aún lucha con su producción ofensiva—su OPS sigue por debajo de .700. la rotación tiene bonos, pero también incertidumbres físicas. La clave será sostener este nivel en los próximos juegos y no conformarse con una sola buena salida.
La combinación de Ohtani principal y Kershaw líder reavivó el espíritu de los Dodgers, devolviendo confianza al equipo y a su afición. Sin embargo, para aspirar en serio, necesitan que este momento no sea aislado: requieren que Betts recupere consistencia, que el bullpen se estabilice saludablemente y que la rotación estateable mantenga control y profundidad. Si lo logran, este resurgir podría marcar la pauta hacia una postemporada fuerte.