
José Emilio Fernández Levy, hijo de la fallecida Mariana Levy, ha revelado un nuevo capítulo doloroso en su complicada historia: no solo está distanciado de Ana Bárbara, su madre adoptiva, sino también de sus hermanos adoptivos. Según declaró ante la prensa, “Me tienen bloqueado, no hay relación (con los hijos de Ana Bárbara)” incluyendo a José María, Emiliano y Jerónimo . Este distanciamiento, que guarda relación con su postura pública contra Ángel Muñoz, el prometido de la cantante, marca un nuevo giro en una saga familiar marcada por declaraciones, heridas y posibles reconciliaciones fallidas.
El mensaje que no fue recibido
El joven, con evidente tristeza, lamenta lo sucedido: “Yo lo único que hice fue defenderlos ante todo a capa y espada, siempre”, afirmó. Su gesto, según él, fue de protección hacia sus hermanos, pero parece haber sido interpretado de otra manera por ellos, generando un silencio doloroso. La situación es más compleja porque, además de la cantante, ahora se ha sumado el bloqueo por parte de los tres jóvenes, lo que muestra que el conflicto no es solo con Ana Bárbara, sino con la familia en su conjunto.
El amor persistente pese al conflicto
A pesar de todo, José Emilio mantiene intacto el cariño hacia Ana Bárbara: “A ella la amo muchísimo”, expresó. Y aunque ha pedido disculpas públicamente, su crítica hacia Ángel Muñoz no ha cambiado. “He pedido miles de disculpas, pero son temas que se tenían que tocar”, comentó. Su postura, aunque firme, incluye un deseo de arreglo, siempre y cuando la presencia del prometido de la cantante no represente una barrera infranqueable.
¿Reconciliación condicionada?
Sobre la posibilidad de retomar el vínculo, José Emilio fue claro: se muestra dispuesto, pero no sin condiciones. “Si nos sentamos un día en un café lo vamos a arreglar, pero mientras él esté ahí, mientras Ángel Muñoz esté en esa casa yo no voy a pasar ni a 10 metros”. Estas palabras reflejan una disposición a reconciliarse, aunque bajo sus propios términos. El diálogo, en este contexto, requiere espacio, tiempo y respeto mutuo para que pueda florecer nuevamente.
Valor agregado: una reflexión sobre lealtad y exposición pública
Más allá del drama familiar, este caso invita a reflexionar sobre los límites de la lealtad y el costo de exponer los conflictos privados. José Emilio actuó desde el deseo de proteger a sus hermanos, pero lo hizo bajo un escrutinio público que transformó el acto en un episodio de ruptura. La experiencia sugiere que, aunque la intención pueda ser noble —defender a quienes uno ama—, al hacerlo públicamente, se corre el riesgo de herir afectos, insolidarizar responsabilidades y cerrar canales de comunicación que podrían haber sido abiertos con prudencia y en privado.