
12 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- El primer ministro de Tailandia, Anutin Charnvirakul, anunció la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas, en un momento marcado por el resurgimiento del conflicto fronterizo con Camboya. Esta decisión llega después de que enfrentamientos recientes dejaran más de 20 personas muertas en ambos países, lo que ha generado preocupación internacional y un clima de inestabilidad que influye directamente en la vida institucional tailandesa.
La disolución del Parlamento recibió rápidamente el aval del rey Maha Vajiralongkorn, lo que activa el calendario para celebrar elecciones entre 45 y 60 días. Sin embargo, el trasfondo es mucho más complejo: el conflicto territorial entre Tailandia y Camboya se ha intensificado en las últimas semanas, afectando a comunidades civiles y generando desplazamientos masivos. El Ministerio de Defensa tailandés confirmó múltiples bajas entre militares y civiles, mientras que Camboya reportó al menos 10 fallecidos.

En medio de la escalada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su disposición para actuar como mediador. Según adelantó, buscará establecer contacto directo con ambos líderes para explorar un posible cese al fuego y la creación de un corredor humanitario.
La situación humanitaria también se agrava. Miles de familias han abandonado sus hogares por temor a nuevos enfrentamientos. Campamentos improvisados y refugios temporales se encuentran al límite, mientras ONG locales advierten sobre la necesidad urgente de alimentos, atención médica y medidas de protección para niños y personas mayores. Los gobiernos de ambos países aún no definen mecanismos claros para garantizar un retorno seguro de los desplazados.
En el plano político interno, la decisión de disolver el Parlamento se produce tras semanas de tensión entre el oficialismo y la oposición. El Partido Popular, principal fuerza opositora, evaluaba promover una moción de censura contra el gobierno. Los debates se intensificaron especialmente tras las discusiones sobre la reforma constitucional y el polémico requisito de obtener el voto favorable de un tercio del Parlamento para aprobar modificaciones a la carta magna.








