El opositor cubano José Daniel Ferrer, una figura clave en la resistencia contra el gobierno de la isla, partió el lunes exiliado hacia Estados Unidos, una decisión que se produjo a solicitud expresa del gobierno estadounidense. La noticia de su salida fue confirmada por el director general de temas bilaterales de la cancillería cubana, Alejandro García. El funcionario informó a The Associated Press que la partida se realizó desde Santiago de Cuba, en la zona oriental del país, y que su destino final es el estado de Florida. Este movimiento representa el fin de un largo capítulo de activismo dentro de Cuba para Ferrer.
Ferrer: De Preso Político a Exiliado Cubano
José Daniel Ferrer ganó notoriedad mundial como parte del «Grupo de los 75», un conjunto de opositores que fue encarcelado y juzgado en 2003 durante una ola represiva conocida como la Primavera Negra. Aunque una mediación histórica entre la Iglesia católica, España y el entonces presidente cubano Raúl Castro logró la liberación de la mayoría entre 2010 y 2011, Ferrer se negó a aceptar la condición de salir del país impuesta para su liberación. Su firmeza lo llevó a permanecer en la isla, donde fundó la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), una organización política que opera sin reconocimiento legal por parte del gobierno.
Imágenes obtenidas por AP mostraron a Ferrer, vestido con una camisa celeste y pantalón oscuro, subiendo a un avión en el aeropuerto, siendo despedido aparentemente por funcionarios. Esta salida cubana pone fin a su más reciente periodo de encarcelamiento. El activista había sido llevado a prisión nuevamente en julio de 2021, en el contexto de las masivas protestas antigubernamentales que sacudieron la isla, en un momento en que ya se encontraba cumpliendo una condena de cuatro años y medio de reclusión domiciliaria por un caso de lesiones.
La situación del disidente cubano había generado una gran presión internacional sobre el gobierno de La Habana. El gobierno de Estados Unidos había exigido de forma pública y repetida la liberación de Ferrer, considerándolo un preso político. Asimismo, Amnistía Internacional había incluido a Ferrer en su lista de presos de conciencia en la isla, lo que elevaba el perfil de su caso a nivel global y lo convertía en un símbolo de la represión a la disidencia en el país caribeño.
La Presión Internacional y la Salida
La salida de José Daniel Ferrer se inscribe en un patrón de acciones donde el gobierno cubano ha optado por liberar a presos políticos y disidentes clave, a menudo como resultado de negociaciones discretas con gobiernos extranjeros o ante una intensa presión internacional. Al permitir la salida de figuras como Ferrer, el gobierno de La Habana puede buscar aliviar las tensiones diplomáticas, especialmente con Estados Unidos, y reducir la atención mediática sobre su historial de derechos humanos, aunque esto no representa un cambio en la política interna hacia la oposición.
El activismo de Ferrer y su organización, UNPACU, se centró en la movilización social y la denuncia de las condiciones de vida en el oriente cubano, la región más pobre del país. La UNPACU organizaba marchas, actos de protesta y distribuía información independiente, desafiando el control estatal sobre la vida política. Su salida forzada del país lo convierte en otro cubano que deberá continuar su activismo desde el exilio, uniéndose a una gran comunidad de disidentes cubanos que operan desde Florida.
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