
MUNDO.- La Policía india informó este viernes del arresto de un turista estadounidense que supuestamente accedió a la isla de Sentinel Norte, habitada por indígenas, quebrantando las leyes del país asiático, que prohíben acercarse a menos de cinco kilómetros de ella.
Sentinel Norte es una isla que supera por poco los 50 kilómetros cuadrados de superficie y que se encuentra a unos 1.300 kilómetros de la costa continental india, en pleno golfo de Bengala.
“Hemos arrestado a Mykhailo Viktorovych Polyakov, ciudadano estadounidense de 24 años, por entrar ilegalmente a la isla restringida Sentinel Norte, hogar de la tribu sentinelesa“, dijo Vijaya Puram, director general de la Policía del archipiélago de Andamán y Nicobar, al que pertenece la isla, según la agencia de noticias india ANI.
De acuerdo con los datos de la policía, el acusado recopiló información sobre la isla y sus habitantes. E incluso adquirió una lancha neumática y un motor fueraborda para facilitar su entrada ilegal.
En ella habita la tribu sentinelesa, que se encuentra completamente aislada del resto de la civilización humana. La India prohíbe acercarse a menos de cinco kilómetros de la isla para proteger a sus habitantes.
Turista estadounidense intenta acceder a la isla Sentinel del Norte
El arrestado cubrió el pasado 29 de marzo en lancha los cerca de cuarenta kilómetros que separan la ciudad de Port Blair, capital de Andamán y Nicobar, de Sentinel Norte, y trató de llamar la atención de los indígenas -sin éxito- haciendo sonar un silbato desde su lancha, según la policía.
Posteriormente, desembarcó en una de las playas y dejó un coco y una lata de Coca Cola como ofrendas, mientras grababa todo en vídeo. Fue avistado por pescadores locales a su regreso de la isla y arrestado el 31 de marzo.

La ONG Survival International, que vela por los derechos de las comunidades indígenas, condenó el suceso en un comunicado y recordó que la tribu sentinalesa “ha dejado increíblemente claro su deseo de evitar a los forasteros a lo largo de los años”.
Uno de los riesgos que puede supone la visita de otras personas a la isla es el contagio de enfermedades a la comunidad local, que no se encuentra inmunizada por su extremo aislamiento.
Tampoco resulta seguro para los visitantes. En 2018, integrantes de la tribu asesinaron a un misionero estadounidense después de que desembarcase en la isla para intentar convertirlos al cristianismo.