
Un fuerte golpe mediático y empresarial sacude al mundo del entretenimiento: un juez federal emitió una orden de aprehensión contra Raúl Rocha Cantú, empresario mexicano y copropietario del 50 % de la franquicia global de Miss Universe Organization (MUO), por presuntos delitos de delincuencia organizada, tráfico de armas y huachicol. Esta situación no solo afecta a México, sino a la proyección internacional del certamen.
De acuerdo con la causa penal 495/2025, Rocha Cantú habría operado una red dedicada al tráfico de hidrocarburos desde Guatemala hacia México, y a la facilitación de armas a grupos delictivos como el CJNG y La Unión Tepito. La investigación también apunta a posibles operaciones de lavado de dinero y manejo de recursos de procedencia ilícita.
La orden de aprehensión fue emitida el 15 de noviembre de 2025 por un juez del Centro de Justicia Penal Federal en Querétaro. Sin embargo, el 19 de noviembre, Rocha Cantú habría aceptado un acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR) para convertirse en testigo protegido, lo que le permite permanecer en libertad mientras aporta información clave sobre la red criminal.
El escándalo pone en riesgo la reputación de Miss Universo, un certamen global de gran visibilidad. Rocha Cantú posee desde 2024 el 50 % de la franquicia internacional, lo que significa que su situación legal podría afectar Miss Universo a nivel mundial, no solo la versión mexicana. Analistas advierten que patrocinadores, alianzas y la percepción pública del concurso podrían verse seriamente comprometidos.
Aunque Rocha continúa en libertad como testigo protegido, la FGR mantiene activa la investigación y podría emitir más órdenes de arresto si se identifican otros involucrados. La presión pública y mediática aumenta, mientras expertos exigen transparencia y medidas claras para garantizar la integridad del certamen y la legalidad en las operaciones de sus propietarios.
Este caso evidencia la compleja relación entre negocios de entretenimiento y redes criminales. Que un certamen de talla mundial como Miss Universo esté vinculado a acusaciones de huachicol y tráfico de armas sacude la confianza en la industria y plantea cuestionamientos sobre los mecanismos de control y ética empresarial en franquicias globales.







