
23 de Octubre del 2025.- Elementos de la Dirección de Tránsito de Cancún detuvieron a un hombre identificado como Eliezer “N”, de 33 años de edad. El arresto se produjo por su presunta participación en el delito de encubrimiento por receptación, un término legal que se aplica cuando alguien es sorprendido en posesión de artículos robados. El sujeto fue descubierto conduciendo un vehículo que contaba con un reporte de robo vigente en la ciudad.
Los hechos ocurrieron en las inmediaciones de la Supermanzana 95, una conocida zona habitacional de Cancún. Agentes de tránsito que realizaban su recorrido de vigilancia detectaron un automóvil de la marca KIA K3, de color blanco, que circulaba de manera imprudente. Según el reporte oficial, el conductor iba a exceso de velocidad y, además, hizo caso omiso de la luz roja de un semáforo, poniendo en riesgo a otros conductores y peatones.
Una infracción de tránsito destapó el delito
Debido a estas faltas claras al reglamento, los oficiales le marcaron el alto al conductor para aplicarle la infracción correspondiente. Siguiendo el protocolo de revisión, los agentes solicitaron información sobre el estatus del vehículo a través de la Central de Radios. Fue entonces cuando la situación pasó de una simple multa de tránsito a un delito federal, ya que la central confirmó que el automóvil KIA K3 contaba con un reporte de robo activo.

Al ser interrogado por los oficiales, el conductor se identificó como Eliezer “N”. El hombre, de 33 años, mencionó que trabajaba como chofer para una plataforma digital de transporte. A pesar de su argumento, el conductor no pudo presentar ninguno de los documentos requeridos que acreditaran la propiedad legal del automóvil o que justificaran por qué estaba en su posesión, lo que complicó inmediatamente su situación legal ante las autoridades.
Este delito, conocido formalmente como encubrimiento por receptación, es un término legal que a menudo genera dudas. En palabras simples, significa que una persona es detenida por tener, usar, comprar, vender o recibir un objeto (en este caso un auto) sabiendo, o debiendo suponer por las circunstancias, que ese objeto es producto de un delito, como un robo. Aunque Eliezer «N» no sea el ladrón original, el simple hecho de poseer y conducir el auto robado sin justificación lo hace presunto responsable de este delito de encubrimiento.





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