
12 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- Este viernes 12 de diciembre, un nuevo giro judicial marcó el caso de Ábrego García, luego de que la jueza de distrito Paula Xinis emitiera una orden que impide a las autoridades de inmigración detenerlo nuevamente. La decisión llegó apenas un día después de que la misma magistrada ordenara su liberación temporal, lo que refleja la complejidad y las tensiones legales alrededor del salvadoreño. Su caso, convertido en un símbolo de las políticas antimigratorias de la administración Trump, continúa generando debate público y cuestionamientos sobre el debido proceso.
Kilmar Ábrego García había sido deportado irregularmente a El Salvador en marzo, lo que inició una batalla legal que ahora mantiene en vilo a distintas instituciones estadounidenses. La jueza Xinis consideró que la liberación no podía ser revertida de manera tan rápida, argumentando que este tipo de decisiones necesitan tiempo y claridad para sostener la confianza pública en el sistema judicial.

Un día después de la liberación, un juez de inmigración ordenó que Ábrego se presentara antes de las 8:00 a.m. en instalaciones del ICE, lo que abría la puerta para detenerlo de nuevo. Sin embargo, los abogados del migrante respondieron solicitando una orden de restricción temporal para frenar esa instrucción. La jueza accedió, señalando que no se permitiría ninguna detención adicional hasta que el tribunal evalúe formalmente la solicitud.
La magistrada argumentó que las decisiones de esta naturaleza deben tomarse con prudencia, dejando claro que el gobierno no podrá detener a Ábrego hasta que se realice la audiencia correspondiente. Para la defensa, este movimiento representa un respiro dentro de un proceso que ha estado marcado por inconsistencias administrativas y fallas en la comunicación entre los organismos migratorios.
Antes de conocerse la determinación final del viernes, Ábrego acudió a la cita programada en una oficina de campo del ICE, apenas 14 horas después de su salida del centro de detención. En el lugar, se dirigió a quienes lo acompañaron, pidiéndoles mantenerse firmes ante lo que describió como acciones injustas del gobierno estadounidense.








