
31 DE OCTUBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. La Fiscalía del Estado de México ha dado un paso significativo en el caso del asesinato de los músicos colombianos Bayron Sánchez, conocido como B-King, y Jorge Herrera, alias Regio Clown. El jueves se confirmó la detención de Cristopher «N», apodado «El Comandante», presunto coautor intelectual de los crímenes. Con esta captura, el número total de personas detenidas por su presunta participación en los hechos asciende a 16. La investigación oficial vincula el móvil de los homicidios directamente con actividades de narcotráfico, específicamente con la distribución y comercialización de drogas sintéticas en eventos privados.
El vínculo con el narcotráfico y las deudas criminales
Los cuerpos sin vida de los dos DJ’s colombianos fueron hallados el 17 de septiembre en el municipio de Cocotitlán, Estado de México, un día después de ser reportados como desaparecidos. Según el comunicado de la Fiscalía, los actos de investigación realizados hasta el momento indican una relación clara entre la muerte de los músicos y un entorno delictivo. Se menciona la distribución y venta de narcóticos como el ‘2-CB (Tusi)’ y ‘Coco Channel’. Las autoridades señalan que esta actividad estaba relacionada con otros delitos graves como la extorsión en la modalidad conocida como «gota a gota», la privación ilegal de la libertad y el secuestro. La causa de la muerte fue una hemorragia externa producida por lesiones cortantes y punzantes.
Las pesquisas realizadas por la Fiscalía revelaron que el móvil detrás del homicidio estaría ligado a una represalia. Uno de los DJ’s colombianos mantenía una deuda con un grupo criminal, además de tener problemas con un sujeto identificado como «El Pantera». Este individuo ha sido señalado por las autoridades como integrante de la organización delictiva La Unión Tepito. La principal razón de «El Pantera» para ordenar la eliminación de DJ Regio Clown fue que este último habría divulgado datos de su identidad y distribuía droga en eventos privados sin la debida autorización.
Cómo operaron los implicados en el engaño y el traslado de los músicos
La investigación detalló el camino que siguieron los músicos tras la llegada de DJ B-King a México el 11 de septiembre. Él fue contratado por promotores para participar junto a DJ Regio Clown en eventos llamados «Sin Censura», donde se comercializarían los narcóticos mencionados. Fue por órdenes de Cristopher «N», «El Comandante», que otro sujeto, Mariano «N», fue asignado como chofer y asistente de las víctimas. El 14 de septiembre, las víctimas viajaron de un hotel en Polanco, Ciudad de México, a un evento en una camioneta conducida por «El Comandante», quien se aprovechó de la confianza de DJ Regio Clown para hacerle creer que establecerían negocios.

El engaño se concretó el 16 de septiembre, día en que se reportó la desaparición. Los DJ’s colombianos abordaron un vehículo sospechoso en la colonia Granada, en la Ciudad de México, que se dirigió a la alcaldía Iztapalapa. Los datos telefónicos de DJ Regio Clown confirmaron el trayecto y el posterior apagado de su dispositivo en Iztapalapa. Las autoridades dedujeron que «El Comandante» los engañó para llevarlos al lugar donde serían asesinados por órdenes de «El Pantera», quien, según un testigo, pagó $200,000 pesos mexicanos (aproximadamente US$10,800) por el asesinato. La investigación también confirmó que los músicos no murieron en el Estado de México, sino que sus cuerpos fueron trasladados posteriormente.
El traslado de los cuerpos se realizó en una camioneta con características similares a la utilizada para recoger a B-King en el aeropuerto de la Ciudad de México. Según un testigo, los cadáveres fueron abandonados en el Estado de México junto con un mensaje que buscaba desviar la atención de las autoridades y complicar las investigaciones iniciales. La Fiscalía del Estado de México concluyó que «El Comandante» fue clave, al tener el control sobre aspectos esenciales de la ejecución, coordinando y dirigiendo la fase del engaño para asegurar el resultado planificado por el grupo criminal.
 
			 
			









