
1 OCTUBRE 2025-Cancún, Q. Roo. – La Fiscalía General del Estado (FGE) mantiene bajo vigilancia el bar Carbonero, ubicado en la Región 510 entre avenida Cancún y Chac Mool, luego de que esta mañana se detectara a dos presuntos ladrones dentro del establecimiento, clausurado desde el 24 de septiembre por delitos de trata de personas y explotación sexual de menores. Las cámaras de seguridad del lugar permitieron identificar a los individuos a pesar de que el inmueble permanece asegurado.
Ingreso por daños en el techo
Según el reporte, los sujetos habrían ingresado al local por un daño en el plafón del techo, aunque no se ha confirmado su salida, por lo que se presume que podrían permanecer escondidos en el interior. El propietario del bar informó de la situación a las autoridades alrededor de las 6:00 de la mañana, generando un operativo de vigilancia y resguardo por parte de los cuerpos de seguridad.
El personal de la FGE aún espera autorización para realizar la inspección y detener a los sospechosos. Mientras tanto, el lugar continúa cerrado y bajo custodia, asegurando que ningún individuo pueda entrar o salir sin supervisión. Las autoridades reiteraron que no hay personas detenidas hasta el momento, pero mantienen la alerta por la seguridad del área y la protección de la evidencia.

Este hecho pone en evidencia los riesgos que implican los locales clausurados y la necesidad de reforzar la vigilancia para evitar incidentes, saqueos o daños que comprometan los procesos judiciales en curso. La FGE recordó que cualquier actividad irregular dentro de inmuebles asegurados puede agravar la responsabilidad de los implicados.
El propietario del bar enfatizó que, pese a la clausura por delitos graves, se percibe vulnerabilidad en el inmueble, lo que podría facilitar que personas con intenciones ilícitas ingresen sin autorización. Esta situación alerta a la comunidad sobre la importancia de mantener coordinación entre dueños de locales clausurados y autoridades para prevenir delitos adicionales.
Prevención y coordinación
Este tipo de incidentes debe servir para reforzar protocolos de resguardo, como la instalación de sistemas de alarma, vigilancia nocturna y patrullajes constantes en inmuebles clausurados, especialmente aquellos vinculados con delitos graves como la trata de personas. La cooperación entre Fiscalía, propietarios y policía local es clave para asegurar la integridad de las investigaciones.

La situación en Cancún refleja también la necesidad de una supervisión más estricta de bares y antros, incluso después de la clausura, para evitar que se conviertan en focos de riesgo para la comunidad y posibles escondites de delincuentes. La rápida detección por cámaras de seguridad demuestra que la tecnología puede ser un aliado estratégico en la prevención del delito.
Las autoridades reiteraron que se actuará conforme a derecho y que, en cuanto se autorice el ingreso, los sospechosos serán detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público, garantizando que se continúe con el proceso judicial sin interferencias y con la seguridad de todos los involucrados.