La zona conocida como Cuenca del Mirador es un bosque tropical ubicado en Petén, uno de los 22 departamentos que conforman el territorio de Guatemala. En este lugar se encuentra la pirámide de La Danta, que supera en tamaño a la Gran Pirámide de Keops y a la del Sol de Teotihuacán. En este lugar descubrieron recientemente más de 900 asentamientos mayas que podrían revolucionar nuestra idea sobre esta civilización.
El proyecto arqueológico de explorar esta zona comenzó en 2015. Los expertos se encargaron de sobrevolar más de mil kilómetros de la Cuenca del Mirador, y ayudados por una tecnología llamada LiDAR (Light Detection and Ranging), que explora el terreno ayudada por lásers que determinan la distancia que hay entre los objetos y sus sensores.
Así fueron descubiertos un total de 964 asentamientos mayas que permanecían ocultos para la vista porque aún están bajo tierra y representan un sistema bien organizado de ciudades alrededor de la zona arqueológica de la pirámide de La Danta, junto con otras estructuras que están a la vista.
Un descubrimiento histórico
Gracias a la tecnología, ahora se conoce la existencia de diferentes estructuras y asentamientos ocultos bajo la vegetación del bosque tropical de Petén del norte de Guatemala, justo en la frontera con Campeche. Este hallazgo deja al descubierto la gran expansión de los mayas en la región.
Pequeñas ciudades interconectadas, centros ceremoniales, sistemas de cultivo y otros elementos describen un sistema económico, político y social perfectamente organizado. Se calcula que la antigüedad de estos asentamientos es de más de dos mil años, con una existencia anterior a Chichén Itzá, que data del año 400 d.C.
La tecnología LiDAR se encargó de eliminar digitalmente la vegetación y la tierra que cubre la zona. Y así aparecieron pirámides, embalses, canchas de juegos de pelota, represas y otros edificios que nos dan a entender la gran importancia que tenía esta zona para la civilización maya.
Un inmenso sistema de ciudades
El área en la que están estos asentamientos mide aproximadamente 685 kilómetros cuadrados y se conectan entre sí por un sistema de 177 kilómetros de caminos y carreteras. Lo que permaneció oculto por cientos de años dice mucho de esta civilización antigua, que de por sí ya era una de las más avanzadas de Mesoamérica.
El hallazgo de estos asentamientos en la selva representa un gran avance en cuanto al estudio y comprensión de la cultura maya y le ofrece a los científicos nuevas perspectivas sobre el funcionamiento de la economía, las estrategias de gobierno y de organización de esta civilización legendaria
El equipo que se dedicó a estudiar la zona desde 2015 está compuesto por científicos de la Universidad de Cambridge junto con arqueólogos y expertos guatemaltecos y de otras partes del mundo.
De momento siguen explorando el lugar para hacer más descubrimientos. La tecnología LiDAR ya ha ayudado a encontrar otros asentamientos mayas y olmecas en el sur de México.
La zona arqueológica de Petén en el futuro
Para el futuro se proyecta que esta gran zona de Petén podría llegar a ser otro parque nacional como el de Tikal, que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1979, aunque todavía hay mucho trabajo para que los asentamientos y estructuras recientemente encontradas queden a la vista.
Seguramente pronto se darán a conocer datos interesantes sobre los mayas de hace dos mil años, desde sus orígenes hasta el motivo de la desaparición y el abandono de este gran sistema de ciudades que es comparable a los que había alrededor de la Pirámide de Keops en Egipto o Teotihuacán.
La tecnología es una herramienta que cada vez se vuelve más útil para la ciencia. La cultura maya es una de las más fascinantes de los tiempos prehispánicos. Esperamos que en un futuro próximo se hagan más descubrimientos como el de estos asentamientos mayas.
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