
21 DE DICIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. Las autoridades del estado de Oaxaca lograron un importante avance en materia de seguridad al desmantelar una célula delictiva dedicada al huachicol de combustible en la región del Istmo de Tehuantepec. A través de un operativo de inteligencia denominado «Operación Sable», se logró ubicar y detener a tres sujetos en la ciudad de Matías Romero. Este grupo es señalado por tener vínculos directos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de las organizaciones criminales con mayor presencia y poder en todo el territorio mexicano.
Durante las acciones policiales, se logró el arresto de tres hombres, destacando que dos de ellos mantienen un lazo familiar de padre e hijo. Al momento de ser capturados, estos individuos intentaron ocultar sus actividades ilícitas asegurando que su ocupación era la de choferes de carga, pero las investigaciones confirmaron su participación en el robo de hidrocarburos. Junto con las detenciones, los elementos de seguridad aseguraron camionetas, una suma de 200 mil pesos en efectivo y diversas dosis de sustancias ilegales que tenían en su poder.
Operaciones bajo la fachada de transportistas
El grupo criminal utilizaba una estrategia de engaño muy común, presentándose ante la sociedad como una supuesta asociación de transportistas legítima. Sin embargo, las autoridades descubrieron que esta organización se dedicaba principalmente a la extracción ilegal de gasolina, utilizando los camiones y la logística de transporte para mover el producto robado por las carreteras del estado. El líder del grupo, identificado como R.J.G.E., era quien mantenía el contacto cercano con los altos mandos del CJNG para coordinar las rutas de distribución.
Esta forma de operar les permitía pasar desapercibidos en los retenes y caminos, simulando que llevaban mercancía legal cuando en realidad trasladaban el botín del tráfico de energéticos. Las investigaciones detallan que los detenidos, originarios de Cuernavaca, Morelos, habían extendido su red de influencia en Oaxaca para aprovechar los ductos de la zona. Con este golpe, la Fiscalía estatal asegura que se debilita la estructura financiera de la organización delictiva, cortando una de sus fuentes de ingresos más importantes en la región sur del país.
Colaboración de fuerzas federales en el operativo
El éxito de la Operación Sable fue posible gracias a la coordinación entre la Fiscalía General del Estado de Oaxaca y elementos de la Secretaría de Marina. También se contó con el apoyo fundamental de la Guardia Nacional, la Policía Estatal y la Secretaría de la Defensa Nacional, quienes rodearon la zona para evitar posibles enfrentamientos o escapes. Este trabajo en conjunto busca frenar el mercado ilícito de combustibles, que suele ir acompañado de otros delitos como la extorsión y el narcomenudeo en las comunidades locales.






