
14 DE NOVIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. Una nueva y dolorosa alerta se ha encendido en el municipio de Irapuato, Guanajuato, tras la confirmación de la desaparición de joven Marina Valeria Ibarra Ojeda, de tan solo 19 años de edad. Este caso ha generado una preocupación especial y profunda, ya que Marina Valeria es hija de una de las valientes madres integrantes del colectivo «Hasta Encontrarte», una agrupación dedicada a la localización de personas ausentes. El hecho de que la hija de una buscadora se sume a la lista de personas no localizadas subraya la gravedad de la crisis de desaparición de joven que enfrenta el estado.
Detalles de la Desaparición y Ficha de Búsqueda
La última vez que se tuvo conocimiento de Marina Valeria Ibarra Ojeda fue el pasado martes 11 de noviembre. La joven desaparecida salió de su domicilio, ubicado en la colonia Esfuerzo Obrero de la ciudad de Irapuato, y desde entonces no ha regresado ni se ha comunicado con su familia. De manera inmediata, el Protocolo Alba se activó, emitiendo una ficha de búsqueda urgente para ayudar a su localización. Este protocolo es clave para coordinar la búsqueda de mujeres y niñas reportadas como desaparecidas en el estado, debido a la especial vulnerabilidad que enfrentan.
La ficha de búsqueda detalla la vestimenta que portaba la joven desaparecida al momento de su ausencia: una bermuda de color rojo y una sudadera de tonalidad gris. Además, para facilitar su identificación, se señalan varios rasgos distintivos y tatuajes que tiene en su cuerpo. Entre ellos, destacan dos tatuajes inusuales, uno con forma de cereza y otro con un pastel, ambos localizados justo debajo de sus ojos. Adicionalmente, la joven desaparecida lleva un tatuaje de la Virgen de Guadalupe en su pantorrilla izquierda.
La desaparición de joven en este contexto, siendo hija de una activista, no solo es un drama familiar, sino que también pone en relieve la vulnerabilidad y los riesgos que enfrentan los propios colectivos de búsqueda en Guanajuato. Estas madres y padres, al exponer la realidad de las desapariciones y presionar a las autoridades, a menudo se convierten en blancos de intimidación o amenazas. Este caso genera la sospecha de que la joven desaparecida podría ser víctima de una represalia o de un acto de amedrentamiento dirigido a su madre y al colectivo «Hasta Encontrarte» por su incansable labor de búsqueda. Es fundamental que las autoridades investiguen esta línea, pues la seguridad de las buscadoras está intrínsecamente ligada a su activismo.
El comunicado oficial de la ficha de búsqueda expresa la grave preocupación de las autoridades, al señalar que «se teme por su integridad y que sea víctima de algún delito». Esta advertencia es la razón principal por la que la difusión del caso y la colaboración ciudadana son vitales para la localización de la joven desaparecida. La rápida difusión de los datos de Marina Valeria Ibarra Ojeda, junto con sus características físicas y sus señas particulares como los tatuajes, se convierte en la herramienta más efectiva para que cualquier persona con información relevante pueda contactar a las líneas de emergencia.
La comunidad de Irapuato y los colectivos de búsqueda han intensificado sus propias labores de difusión, utilizando las redes sociales para replicar la ficha de Marina Valeria y mantener la presión sobre las autoridades. El colectivo «Hasta Encontrarte» se encuentra ahora en una situación doblemente dolorosa, pues la desaparición de joven Marina Valeria es un llamado de ayuda que ahora viene de su propia casa, transformando a una de sus integrantes de buscadora a víctima directa de esta crisis humanitaria que azota a la región de Guanajuato.








