
PLUM GROVE Estados Unidos.— Mesas vacías, carteles que dicen “cerrado” y toldos sin vendedores. Tras una operación de migración al inicio de la semana en la comunidad de Colony Ridge, al noreste de Houston, decenas de negocios decidieron no abrir y los residentes de la zona expresaron sentirse temerosos de su futuro en Estados Unidos.
En lo que las autoridades federales calificaron de la “fase uno” de una “investigación criminal a gran escala”, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) aseguró haber detenido a más de 100 personas el lunes pasado.
Según testimonios de residentes de la zona y activistas a EFE, los agentes colocaron retenes de vehículos en las principales vías de la comunidad, detuvieron a personas en sus casas y visitaron negocios hispanos —panaderías o talleres mecánicos— avisándoles que el gobierno inspeccionará el estatus legal de los trabajadores.
La operación se enmarca en una campaña nacional, liderada por el presidente Donald Trump, de detener a las personas que viven en Estados Unidos sin un estatus migratorio legal y cumplir con la promesa de “deportaciones masivas” que lo impulsar al poder.
El negocio de Enrique (nombre ficticio por miedo a represalias), una tienda de suministros para la construcción, fue de los lugares señalados por los agentes federales el lunes. Los funcionarios le dejaron una carta, avisándole de una inspección inminente del estatus legal de todos sus trabajadores.
“Le da a uno miedo ver cómo llegan de sorpresa, tantas patrullas”, relató el hombre, originario de Guatemala y radicado hace 10 años en Estados Unidos.