
BANGKOK, Tailandia.— Este lunes 31 de marzo, la junta militar de Myanmar declaró una semana de luto nacional por las víctimas del terremoto registrado el viernes pasado, cuya cifra de muertos ascendió a 2,065.
Por otra parte, en Tailandia el número de víctimas mortales aumentó a un total de 19, mientras las autoridades intensifican los trabajos para hallar sobrevivientes bajo los escombros tras el movimiento telúrico de magnitud 7.7.
Las muertes por el devastador sismo en Myanmar
El número oficial de muertos por el terremoto que sacudió a Myanmar superó los 2,000, informó el lunes la prensa estatal, mientras que rescatistas y activistas dijeron que varios cientos de musulmanes perecieron mientras rezaban en las mezquitas y 270 monjes budistas fueron aplastados por el colapso de un monasterio.
El sismo podría exacerbar el hambre y los brotes de enfermedades en un país ya afectado por la escasez de alimentos, el desplazamiento masivo y la guerra civil, advirtieron grupos de ayuda y Naciones Unidas. El sismo de magnitud 7.7 del viernes tuvo su epicentro cerca de la segunda ciudad más grande del país, Mandalay, dañó carreteras y el aeropuerto de la ciudad, derribó cientos de edificios en el centro del país.
Con una guerra civil en curso y una infraestructura deficiente, Myanmar ya era uno de los lugares más desafiantes del mundo para que operaran las organizaciones de ayuda, y los esfuerzos de socorro se han visto obstaculizados aún más por los graves daños a carreteras, puentes y hospitales, cortes de energía, escasez de combustible y comunicaciones irregulares.
La falta de maquinaria pesada ha ralentizado las operaciones de búsqueda y rescate, obligando a muchos a buscar sobrevivientes despacio y a mano bajo un calor implacable, con temperaturas diarias por encima de los 40 grados Celsius.
Monjes y musulmanes fallecidos
En Mandalay, 270 monjes estaban tomando un examen religioso en el monasterio U Hla Thein cuando se produjo el terremoto y el edificio colapsó. Setenta personas pudieron escapar, y los rescatistas dijeron que 50 ya fueron encontrados muertos y que todavía estaban buscando a 150 más entre los escombros.
Unos 700 musulmanes que asistían a las oraciones del viernes murieron cuando las mezquitas se derrumbaron, dijo Tun Kyi, miembro del comité directivo de la Red Musulmana de la Revolución de Primavera de Myanmar.
No estaba claro si ellos o los monjes ya estaban incluidos en el conteo oficial. Tun Kyi dijo que unas 60 mezquitas quedaron dañadas o destruidas, y vídeos publicados en el sitio de noticias en línea The Irrawaddy mostraron varias mezquitas derrumbándose durante el sismo y personas huyendo.
Cifra oficial de fallecidos
La televisión estatal MRTV de Myanmar informó que el líder del gobierno militar, el general superior Min Aung Hlaing, dijo al primer ministro de Pakistán durante una llamada que 2,065 personas habían muerto, con más de 3,900 heridos y alrededor de 270 desaparecidos.
Las agencias de ayuda esperan que esos números aumenten drásticamente, ya que el acceso es lento a áreas remotas donde las comunicaciones están caídas.
ONU pide acceso sin restricciones a la ayuda
“Esta tragedia empeora una crisis ya grave y corre el riesgo de erosionar aún más la resiliencia de las comunidades ya golpeadas por el conflicto, el desplazamiento y desastres pasados”, dijo la representación de Naciones Unidas en Myanmar el lunes, pidiendo acceso sin restricciones para los convoyes de ayuda, personal médico y equipos de evaluación.
“Antes de este terremoto, casi 20 millones de personas en Myanmar necesitaban asistencia humanitaria”, dijo Marcoluigi Corsi, el coordinador residente y humanitario de la ONU para Myanmar.
Se desconoce el alcance de la devastación
Las agencias de ayuda en Myanmar dicen que sus equipos sobre el terreno aún no tienen una imagen real de la devastación.
“En realidad, en este momento no tenemos clara la magnitud de la destrucción”, dijo Lauren Ellery, subdirectora de programas en Myanmar para el Comité Internacional de Rescate, en una entrevista. “Estaban hablando de una ciudad cerca de Mandalay donde se informó que el 80% de los edificios se habían derrumbado, pero no estaba en las noticias porque las telecomunicaciones han sido lentas”.
Y los grupos con los que trabaja el CIR informaron que algunos lugares han sido físicamente aislados por deslizamientos de tierra, indicó Ellery.
Hospitales destruidos
La Organización Mundial de la Salud dijo que tiene informes de tres hospitales destruidos y 22 parcialmente dañados en la región.
“La magnitud de las muertes y lesiones aún no se conoce por completo y se espera que los números aumenten”, informó la agencia de la ONU.
“La devastación del terremoto ha abrumado las instalaciones de salud en las áreas afectadas, que están teniendo problemas para manejar la afluencia de personas heridas. Hay una necesidad urgente de atención traumatológica y quirúrgica, suministros de transfusión de sangre, anestésicos, medicamentos esenciales y apoyo de salud mental”.
Análisis de los daños con inteligencia artificial
Un análisis con inteligencia artificial sobre imágenes satelitales de Mandalay realizado por el laboratorio de inteligencia artificial AI for Good Lab, de Microsoft, contabilizó 515 edificios con daños entre el 80% y el 100% y otros 1,524 con entre 20% y 80% de daños. No estaba claro qué porcentaje de los edificios de la ciudad representaba eso.
Myanmar ya padecía una crisis humanitaria
Más allá de los daños del terremoto, los esfuerzos de rescate se ven complicados por la sangrienta guerra civil que sacude gran parte del país. En 2021, el Ejército arrebató el poder al gobierno electo de Aung San Suu Kyi, lo que ocasionó una resistencia armada significativa.
Mientras que un grupo en la guerra civil declaró un alto el fuego unilateral parcial, el gobierno y otros grupos armados no han detenido los combates, a pesar de los llamados internacionales para poner fin a la violencia y facilitar la respuesta humanitaria.
Las fuerzas gubernamentales han perdido el control de gran parte de Myanmar, y muchos lugares son peligrosos o inaccesibles para los grupos de ayuda. Más de 3 millones de personas han sido desplazadas por los combates, según Naciones Unidas.

Ellery, del Comité Internacional de Rescate, señaló que el área más afectada por el terremoto ya sufrió daños graves por las inundaciones del año pasado, en las que muchos perdieron sus hogares, y es también donde muchos de los desplazados internos del país han buscado refugio.
Desde el terremoto, muchas personas han dormido a la intemperie, ya sea porque sus hogares quedaron destruidos o porque temen que las réplicas continuas puedan derrumbarlos.
Con el inicio de las lluvias monzónicas en mayo, encontrar refugio para las personas será un gran desafío en el futuro, agregó Ellery. “Tienes estos eventos de inundación… que conducen a brotes de enfermedades, conducen al desplazamiento y a la inseguridad alimentaria, pero luego con hospitales dañados y sistemas de saneamiento claramente dañados, realmente está aumentando el riesgo de brotes de enfermedades”, dijo. “Es una presión prácticamente sin precedentes sobre muchas, muchas personas vulnerables”.
Vecinos y aliados prestan ayuda
Están desplegados equipos de rescate internacionales de varios países, como Rusia, China, India y varios países del sudeste asiático.
El lunes, un equipo indio perforó losas de concreto caídas en un sitio en Mandalay, cortando refuerzos de acero con una amoladora angular alimentada por un generador portátil para tratar de llegar a niveles inferiores. Se les pudo ver sacando un cuerpo cubierto y subiéndolo a una ambulancia.
La Unión Europea, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y otros han anunciado millones de dólares en ayuda, ya sea directamente o a través de socios locales y organizaciones internacionales.
A pesar de los recortes masivos y despidos en la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el organismo encargado de entregar asistencia humanitaria en el extranjero, la embajada estadounidense dijo que un equipo de expertos estaba en camino a Myanmar. La sede diplomática informó que proporcionaría hasta 2 millones de dólares a través de organizaciones locales.

Un pequeño equipo de personal militar estadounidense fue enviado para ayudar en Bangkok, donde al menos 19 personas murieron, muchas de ellas en un sitio de construcción donde se derrumbó un rascacielos en construcción. Se han reportado otros 33 heridos y 78 desaparecidos, principalmente en el sitio de construcción cerca del popular mercado Chatuchak.
El proyecto del rascacielos empleaba a muchos migrantes de Myanmar y Camboya. Las autoridades tailandesas confirmaron el lunes la muerte de un trabajador camboyano de 23 años, según el Ministerio de Trabajo de Camboya.
Rescatistas buscan sobrevivientes en Bangkok
El lunes, se apagó momentáneamente el equipo pesado en el sitio y las autoridades instaron a los que acudieron a mirar a guardar silencio mientras usaban máquinas para intentar detectar cualquier signo de vida bajo los escombros.
El gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt, dijo a los periodistas en la escena que se habían detectado señales la noche del domingo, aunque los expertos no pudieron determinar si había sido un error de la máquina.
Es realmente triste ver lo que ha pasado en Myanmar. Más de 2,000 personas han perdido la vida en un momento, y eso es devastador. La declaración de luto es un gesto necesario, pero me pregunto si eso es suficiente para ayudar a las familias afectadas. A veces, las palabras no son suficientes y se necesita acción real para apoyar a la gente en estos momentos tan difíciles.
Es muy triste ver cómo un desastre natural puede afectar a tantas personas. La declaración de luto es un gesto importante, pero lo que realmente se necesita es ayuda efectiva para las víctimas y sus familias. Esperemos que la comunidad internacional también se sume para apoyar a Myanmar en este momento tan difícil.
Es realmente triste lo que ha pasado en Myanmar. Más de 2,000 personas han perdido la vida y muchas más están sufriendo. La semana de luto es un gesto importante, pero ojalá que también se tomen acciones concretas para ayudar a los sobrevivientes y reconstruir lo que se ha perdido. La gente necesita apoyo ahora más que nunca.