CIUDAD DE MÉXICO (AP).— Desde la Basílica de Guadalupe, la presidenta Claudia Sheinbaum lanzó un plan nacional de desarme.
“Estamos comprometidos con la construcción de la paz en nuestro país”, expresó Sheinbaum en un acto realizado en la esplanada de la basílica el viernes.
Este evento marcó el inicio del programa “Sí al desarme, Sí a la paz”, que será respaldado por la Iglesia católica, el ejército, y las secretarías de Seguridad federal y Gobernación.
“¿De qué sirven las armas? Las armas son un símbolo de la violencia, es un símbolo de la muerte”, manifestó la mandataria. Su gobierno espera fomentar la entrega voluntaria y anónima de armas en los atrios de templos católicos y evangélicos, ofreciendo dinero en efectivo a cambio de las armas.
¿Cuánto pagan por entregar un arma
Para incentivar la entrega, el gobierno ha previsto pagos en efectivo que van desde los 1,045 pesos (unos 52 dólares) por armas artesanales útiles, hasta los 26,450 pesos (unos 1.322 dólares) por una ametralladora ligera y pesada, según una lista publicada en el Diario Oficial de la Federación.
Durante el acto en la Basílica de Guadalupe, Alberto Sánchez Santiago, un profesional de 36 años, entregó una vieja ametralladora que había estado guardada en su casa por más de 40 años. “Decidí entregar el arma por la tranquilidad de mi familia y la seguridad de las personas que trabajan en nuestra casa”, comentó.
Está bien que se busquen formas de reducir la violencia y fomentar la paz, pero no sé si dar dinero a cambio de armas sea la mejor solución. Puede parecer atractivo, pero no se trata solo de quitar armas, sino de abordar las causas profundas de la violencia. Hay que pensar en un plan más completo que realmente ayude a la gente.
Es buena idea cambiar armas por dinero, pero también es un riesgo. No sé si eso realmente va a ayudar a reducir la violencia. La gente podría vender armas viejas solo para conseguir un poco de efectivo, pero ¿qué pasa con las armas más nuevas que podrían estar en manos de criminales? Espero que esto no se convierta en una solución a medias.
Aplaudo la iniciativa de canje de armas por dinero, ya que es un paso para reducir la violencia y fomentar un ambiente más seguro. Es importante que se tomen medidas concretas para transformar la situación en el país. Sin embargo, espero que este tipo de programas también incluyan educación y apoyo a las comunidades, porque solo así se podrá lograr un cambio real y duradero.